Aunque se han convertido en la imagen más reconocible del yacimiento romano identificado desde el siglo XVIII con la
Iuliobriga de las fuentes clásicas, lo cierto es que a nadie debería sorprender este dato: los
seis pilares de la calle porticada que se alzan en La Llanuca
no son romanos, son una recreación. Es más, en 2014 esos pilares
cumplen 60 años y qué mejor manera de celebrarlo que conociendo mejor su historia.
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Los seis pilares de La Llanuca con la iglesia de Santa María al fondo |
El trazado identificado de la
calle porticada unía La Llanuca con la zona en la que se encuentra la iglesia de Santa María tiene más 300 m de longitud De esta estructura solo se conservaban las basas enterradas en el suelo y el arranque de alguna de los pilares, pero
no se sabe con certeza cómo eran los pilares originales completos. Para completar la reconstrucción, se atribuyeron a los pilares un par de fragmentos de capiteles cuadrangulares hallados en la zona, que fueron empleados como modelo en el trabajo de cantería.
Mi buen amigo
Ignacio Castanedo Tapia, con quien comparto un gran interés por la historia de la Arqueología de Cantabria, me proporcionó hace unos años la referencia del
documento en la que se recoge el
«encargo» para construir los pilares. Es un extracto del diario de sesiones de la Diputación Provincial de Santander, del 11 de febrero de 1954, que dice lo siguiente:
«Autorizar al Sr. Arquitecto Provincial [Ángel Hernández Morales] para la construcción de cuatro pilastras en la Ciudad Romana de Julióbriga que interesa el Sr. Director de las Excavaciones [Antonio García Bellido] que se llevan a efecto actualmente en dicha Ciudad Romana cuyo importe es de 11.580 Pesetas según Presupuesto presentado a la realización de estas obras».
Aunque el documento no ofrece muchos detalles, no cabe duda de que se refiere a los pilares de La Llanuca. Por qué los pilares o pilastras
son seis y no cuatro, como indica la autorización, es una cuestión que queda aún por esclarecer.
Antonio García Bellido fue director de las excavaciones desde 1952 hasta 1961. Desde un primer momento se preocupó por la reconstrucción de las estructuras exhumadas y ya en 1952 procede a la consolidación de los muros y recrecimiento de los mismos hasta una altura prudencial y «neutra», tal y como recoge en los
primeros trabajos que dedicados al yacimiento. Aunque siempre tuvo especial cuidado en que los muros recrecidos y las estructuras reconstruidas
se diferenciasen de las originales, el paso del tiempo ha tratado peor de lo esperado a los añadidos y poco a poco se han ido fundiendo y confundiendo con los restos romanos.
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En 60 años ha dado tiempo de que los pilares pierdan verticalidad |
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No todo es apariencia... en La Llanuca se conservan algunas columnas genuinamente romanas |
Pues nada, queridos pilares... ¡feliz sexagésimo aniversario! y
a cuidarse un poco, que el paso del tiempo no perdona y algunos cuando os ven piensan que tenéis 2000 años o más.
Curioso!
ResponderEliminar¡Iconoclasta!
ResponderEliminarContinuación, aquí:
ResponderEliminarhttp://elrobledaldetodos.blogspot.com.es/2016/03/patrimonio-arqueologico-abandonado-en.html