2 jun 2012

El hacha de Rodiles

El hacha de Rodiles (en la costa centro-oriental del Principado de Asturias, en la desembocadura de la ría de Villaviciosa) se conserva en el Museo Arqueológico Nacional junto con un lote de objetos metálicos procedente de esa localidad. Dicho lote está formado por una cuchara, una cuenta de collar, un broche de cinturón de placa rígida, varios clavos y tres puntas de lanza y/o dardo de distintos tamaños (González y Fernández Vallés, 1976)

Objetos metálicos procedentes de Rodiles conservados en el MAN (González y Fernández Vallés, 1976)

Armas procedentes de Rodiles conservadas en el MAN (González y Fernández Vallés, 1976)

Todos estos objetos parece que proceden de una extensa necrópolis, situada en un paraje conocido como San Llorente (nombre que habla por sí solo), en la que a lo largo del tiempo se han excavado tumbas de diversa tipología: de lajas y tegulas, de lajas, etc. Aunque no está clara la procedencia de cada uno, en ocasiones se les ha citado como un conjunto localizado en una sola tumba, lo que ha dado pie a considerarlo como un "ajuar de guerrero" (o, mejor, un "enterramiento con armas") de época visigoda. Esa interpretación (que yo mismo he manejado en el pasado) ha permitido extender la presencia de ese tipo de enterramientos más allá de la zona vasco-navarra, que es donde están atestiguados arqueológicamente hasta la fecha, contribuyendo a poner en duda su carácter "militar" y a relacionarlo con aspectos ligados a la "negociación del estatus"en el seno de las comunidades campesinas de época visigoda del norte peninsular. En el caso concreto del hacha, en su momento interpreté el largo apéndice presente en su extremo distal como una prolongación del talón, a modo de refuerzo, del estilo de las presentes en algunas hachas de combate de la necrópolis de Aldaieta o en la de la cueva de Los Goros, ambas en Álava; lo que me llevó a considerarlo como de época visigoda.

Tumba de lajas de la necrópolis de San Llorente (Rodiles) (González y Fernández Vallés, 1976)

Sin embargo, hoy sé que los paralelos formales del hacha de Rodiles no lo sitúan en época visigoda, sino en la tardorromanidad. Como puede observarse en la imagen inferior, la prolongación del talón no es tal ni tiene nada que ver con las presentes en esas hachas de combate "aldaietenses" antes citadas. Una vez enmangado el hacha, puede verse con nitidez que se trata de otra cosa, probablemente (a falta de una vista cenital) de una pequeña azuela; como la presente en el ejemplar de la tumba nº 17 de la necrópolis tardorromana de La Morterona (Abasolo et alii, 1984), fechable a finales del siglo IV o ya en el V d. de C., cuyo parecido con la pieza que nos ocupa es llamativo.

Comparativa de las hachas de Rodiles y La Morterona (las primeras según Muñoz y García Pinto, 2003; las segundas, según Abasolo et alii, 1984)

También podemos encontrar algunos ejemplares de hachas similares, aunque no tan parecidos como el anterior, en la colección procedente de la villa y necrópolis tardorromanas de Cabriana (entre Álava y Burgos) que se expone en el Museo de Arqueología de Burgos y que se fecha a inicios del siglo V d. de C.

Hachas de Cabriana expuestas en el Museo de Burgos

A la vista de estas consideraciones tipológicas creemos que resulta muy difícil sostener una cronología de los siglos VI-VII d. de C. para el hacha de Rodiles, así como su asociación directa a algunos de los otros materiales, especialmente al broche de cinturón de placa rígida. Es mucho más sencillo pensar que los objetos metálicos de Rodiles proceden de varios lugares y distintas épocas: el hacha (y probablemente también las puntas) de un yacimiento tardorromano (¿las tumbas que combinaban lajas y tégulas?); y el broche, la cuchara, la cuenta de collar y los clavos (¿de ataúd?) de una o varias sepulturas de época visigoda (las que sólo tenían lajas de piedra). La concentración de hallazgos en la misma zona, en San Llorente, parece sugerir la existencia de un gran área cementerial cuyo uso comenzaría en un momento bajoimperial y se prolongaría en el tiempo al menos hasta época visigoda (de manera similar a lo observado, por ejemplo, en la necrópolis vizcaína de San Juan de Fínaga); lo que en mi opinión resulta aún más interesante que la presencia en Asturias de enterramientos con armas en el siglo VII d. de C.

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