27 oct 2014

Riocueva 2014, episodio 7 (y medio): un poco de arqueología

Entre tanta resaca mediática, tanta topografía y tanta fotogrametría el domingo hubo algo de tiempo para las tareas más habituales de nuestro trabajo cotidiano en Riocueva: excavar y cribar. Helena a retornado ya de su periplo sureño y hemos vuelto a contar con la participación de Marta y Leticia, que parece que le han cogido cariño a la cueva. Hacía tiempo que no había tanta gente a la vez en la cueva y seguro que nunca habíamos hecho tantas cosas distintas de forma simultánea. Suena a tópico, pero nuestra querida gruta parecía una verbena. Esperamos no haber perturbado en exceso el descanso del murciélago que ha elegido la galería de Riocueva para sestear estos días. Ha sido el segundo avistamiento de Rhinolophus hipposideros en lo que llevamos de campaña y esta vez sí ha habido foto.

El murciélago de Riocueva
Como seguimos con buen tiempo, hemos aprovechado para sacar adelante el trabajo de criba. Nunca se sabe cuándo van a regresar las lluvias y cuanto más tengamos hecho, mejor. Ver el vestíbulo colapsado de bolsas esperando a pasar por el tamiz produce bastante desasosiego. Aunque es una tarea un tanto tediosa, alguien tiene que hacer y el director suele ser el primero en apuntarse. Sobre todo para ratificar que «excavamos muy bien», ya que la criba suele ser bastante improductiva. La parte buena es que cada fragmento de cerámica, cada hueso humano «despistado» o cada semilla carbonizada que aparece es motivo de alegría. Marta ha debutado en la criba y después la ha relevado Leticia, que no quería irse de Riocueva sin menear un poco el cedazo. Con tesón, han conseguido rebajar a la mitad el número de bolsas pendiente. Con otro empujón, problema resuelto.

Marta iniciándose en el noble arte de la criba
La excavación se ha centrado en el Sondeo 2, la única zona de excavación abierta en la actualidad. Parecía que lo que quedaba iba a ser pan comido, ya que en la parte sur de la ampliación apenas había unos centímetros de tierra y la cosa fue rápido, pero junto a la pared norte la cosa cambia. La actividad de «nuestros amigos los tejones» ha sido bastante intensa y eso provoca, como en otros lugares, que la cantidad de tierra aumente. Por lo general, la zona de madriguera o de «autopista tejonera» tiene el triple de potencia, o algo más, que la zona en la que el suelo de la cueva no ha sido alterado por los pérfidos animales excavadores, alguno de los cuales posiblemente se dejó la vida en ello, como evidencian algunos restos encontrados en conexión anatómica. Sin embargo, la destrucción del suelo suele compensarse con una mejor conservación de los huesos humanos, circunstancia que hace muy feliz a la antropóloga del equipo.

Helena y Leticia dando buena cuenta del Sondeo 2... bueno, de lo que queda
Excavando con cuidado la patita de un antiguo inquilino de la cueva
Lo más relevante de este Sondeo 2 es que aparece una cantidad importante de cerámica. Varios fragmentos del fondo, del borde y de la panza que podrían pertenecer a una misma vasija, todos muy cerca unos de otros. En caso de confirmarse, sería otra olla más que añadir a la media docena larga que hemos reconstruido, la mayor parte de ellas procedentes también de la misma zona central de la galería. Casi al final de la jornada se ha producido un hallazgo que ha eclipsado a la cerámica: una almeja. Sí, una concha de almeja de mediano tamaño es, por el momento, la primera pieza de malacofauna marina que aparece en la zona interior de la cueva, asociada al contexto funerario de época visigoda. Además, la concha tenía en su interior restos de carbón. De momento no podemos dar una interpretación precisa al hallazgo, pero sí nos informa, entre otras cosas, de que los que fueron enterrados en Riocueva formaban parte de una comunidad que tenía contactos con la costa, que está a unos 6 ó 7 km en línea recta. Y que les gustaba el marisco...

La almeja
Después de este intenso fin de semana, por motivos de agenda, dejamos a la cueva descansar unos días. Volveremos, atraídos por su irresistible magnetismo, a mediados de noviembre. Entonces ya, sí, para terminar con la excavación.

Un pequeño ataque de ego...

26 oct 2014

Riocueva 2014, episodio 7: medios, topos y dianas

Ha sido un fin de semana tan intenso que ni siquiera he tenido tiempo de hacer una crónica de la jornada de ayer, de modo que hoy toca un 2x1. En realidad, es más honesto por nuestra parte que así sea porque ayer trabajar... lo que se dice trabajar en Riocueva, no trabajamos. Hoy tampoco es que nos hayamos ganado una medalla, pero algo sí hemos hecho. ¿Y por qué nos hemos saltado la sesión de trabajo del sábado? Pues porque teníamos desde hace tiempo reservada una cita ineludible con los medios. Y no con cualquier medio, con una cadena de televisión de ámbito nacional.

El programa de Cuatro Cuarto Milenio había manifestado gran interés por nuestras investigaciones relacionadas con las cuevas sepulcrales de época visigoda e incluso José Ángel ya había sido entrevistado en relación con este asunto para el programa Milenio 3, la versión radiofónica de la «nave del misterio». La verdad es que puede suponer cierto riesgo para la credibilidad del investigador y del proyecto transitar por la senda que marcan estos programas, sobre todo porque, en ocasiones, el tratamiento que hacen de los temas relacionados con la Arqueología se acerca demasiado a la elucubración fantasiosa. Es innegable que la interpretación que nosotros mismos damos al uso de las cuevas con fines funerarios en época visigoda puede dar a entender que también hemos tomado ese camino, pero no somos ni mucho menos los únicos que hablamos de necrofobia, de revenants, de mala muerte o de sepulturas atípicas; y otros antes que nosotros han demostrado que son conceptos que tienen su lugar en la investigación científica seria. Nosotros consideramos que en la Antigüedad Tardía o en la Edad Media había gente que creía que los muertos podían salir de sus tumbas a molestar a los vivos, no que eso último sea posible. Y, en cualquier caso, el único programa que se ha interesado por nuestro proyecto ha sido el que dirige Iker Jiménez por lo que hemos decidido aprovechar la oportunidad que nos brindaba para dar a conocer algunos de sus resultados.

Y así, por mediación de Roberto Ontañón, director del MUPAC, hemos accedido a acompañar a un equipo de Cuarto Milenio a las cuevas de Las Penas y Riocueva, donde hemos explicado ante las cámaras lo que conocemos sobre esos yacimientos y cómo los interpretamos. Ha sido una jornada dura e intensa que se inició a las 12:00 h y no terminó hasta las 20:00 h. Con decir que se nos ha hecho de noche saliendo de Riocueva, alguien puede hacerse a la idea de lo que se ha alargado la cosa. Sinceramente, nos ha sorprendido el enfoque (serio y  riguroso con los datos arqueológicos) que le ha dado el redactor a sus preguntas, sin insistir demasiado en los aspectos «morbosos» del asunto. José Ángel ha sido el encargado de guiar la visita a Las Penas, mientras que el que esto escribe, ha contado su «rollo» en Riocueva. Esperamos que ése sea el tratamiento que le den al reportaje final y que por ahí discurra el debate en el plató, al que no sabemos si nos van a invitar y donde es probable que sea Roberto quien nos represente.

El equipo de televisión familiarizándose con el medio subterráneo en Las Penas
Buscando localización en Riocueva
Preparando la entrevista, con Roberto Ontañón
Satisfechos por el trabajo bien hecho, al final de la jornada en Riocueva
Liquidado el compromiso mediático, sobre el que nuestros amigos y colaboradores han hecho los chistes imprescindibles, sin salirse demasiado del guión, hemos vuelto a concentrarnos en la campaña y en Riocueva. Había que apurar el fin de semana antes de la parada obligada que haremos hasta el 15 de noviembre. Teníamos pendiente terminar la excavación en el Sondeo 2 y, además, hoy iban a realizarse diferentes labores de topografía en la cueva. Nunca nos cansamos de agradecer las numerosas colaboraciones que recibimos en nuestro trabajo. Sin los voluntarios que ayudan en el trabajo de campo, sin los especialistas que se encargan del estudio de los diferentes tipos de restos que recuperamos durante la excavación, sin la institución que financia y sin el apoyo de quienes se interesan por nuestra labor, el resultado del proyecto sería mucho peor. A todas las ya recibidas hoy se añadían las del topógrafo Pablo Pérez Vidiella, del equipo Id-Ar, quien se ha ofrecido desinteresadamente para realizar un modelo 3D de la cueva a partir de fotogrametría; y las de la Expedición Británica a Matienzo, un equipo de espeleólogos ingleses que llevan 50 años estudiando el medio subterráneo de Cantabria y que este año, entre otras cosas, han actualizado la topografía completa del sistema kárstico del que forma parte Riocueva. Por cierto, nos han informado de que la cueva ha «crecido» más o menos un kilómetro desde la topografía anterior.

Pablo colocando las dianas para la fotogrametría
A veces la postura de trabajo no es la más cómoda...
Nuestro amigo Peter Smith y sus compañeros de la expedición británica
Un miembro de la expedición británica durante las labores de topografía
Entre unas cosas y otras no ha habido mucho tiempo para la Arqueología, pero el poco que le hemos dedicado ha sido bastante fructífero. Pero mejor lo cuento mañana con más calma...

19 oct 2014

Riocueva 2014, episodio 6: visita correspondida

El 30 de octubre del año pasado parte del equipo habitual de Riocueva giró visita a la cueva del Aspio, un yacimiento en el que se desarrolla un proyecto de investigación dirigido por nuestros amigos Rafael Bolado y Miriam Cubas con el que colaboramos desde su inicio. Desde entonces estábamos esperando ser correspondidos y hoy ha sido el día que han elegido para acercarse a conocer nuestra cueva. Parece ser que ya han terminado sus trabajos de excavación y necesitaban ver cómo otros seguimos en la brega. Sólo ver... porque ninguno se ha acercado a la herramienta. Lo cierto es que, para demostrar que era una visita-visita, han cumplido con las normas mínimas de cortesía que marca el protocolo en estos casos y nos han obsequiado con cruasanes y quesada ¡un detalle! Las visitas siempre son bienvenidas en Riocueva. Les hemos enseñado la caverna, les hemos explicado el yacimiento y lo que en él aparece y, por supuesto, les hemos avanzado nuestra interpretación para el uso sepulcral de la cueva en época visigoda. Una de las cosas que más les ha llamado la atención ha sido la cantidad de metros cuadrados de excavación que hemos sido capaces de abrir en estas dos campañas y pico de actuaciones arqueológicas, cosa que se agradece porque, sobre todo lo que corresponde a 2013, es es resultado de mucho trabajo con muy poca gente.

El equipo del Aspio en el último tramo de la galería de Riocueva
Todos atentos a la explicación del yacimiento
En otro orden de cosas, al margen de la nota social, la excavación ha seguido su curso con paso firme. Hemos terminado por fin con el Sondeo 7 y también se ha agotado el sedimento en uno de los cuadros del recién estrenado Sondeo 2. Como no podía ser de otra manera, incluso en la última limpieza del Sondeo 7 ha aparecido algo de panizo «apegotado», aunque no tenía entidad suficiente como para reclamar la atención del fotógrafo. A cambio, y como ya avanzábamos ayer, en la criba a seguido recuperándose cereal carbonizado de otras especies, convirtiendo el registro arquebotánico en algo parecido al recubrimiento de esos panes multicereales que venden en las panaderías modernas.

Última limpieza del Sondeo 7
Cereal carbonizado recién salido en la criba
Por lo que respecta a la ampliación del Sondeo 2, hoy ha servido para que Miguel Ángel, un nuevo voluntario ajeno al «mundillo» que ha querido conocer de primera mano qué es esto de la arqueología y poner su granito de arena en nuestro proyecto de investigación, se estrenase con el paletín. Y ha tenido suerte, porque han empezado a aparecer esos fragmentos de cerámica que estábamos esperando para unir con algunas de las vasijas parcialmente reconstruidas en 2011. La cerámica aparece tanto en el sector en el que estaba el debutante, como en el que estaba el director, que ha encontrado varios fragmentos del fondo de una misma olla. Pero como siempre que sobra gente para excavar él es el «sacrificado» que se va a la criba –para poder reprocharnos lo poco cuidadosos que somos–, han sido Leticia y Vanesa las encargadas de terminar con el primero de los sectores de la ampliación. El sábado caerá el segundo sin mucho esfuerzo, salvo que la cosa se complique.

Miguel Ángel y el director, mano a mano, en el Sondeo 2
El balance del fin de semana ha sido muy positivo. Hemos echado mucho de menos a Helena pero, en palabras del director, «como nos ha preparado la comida, tampoco se nota tanto que no está». Nos está sorprendiendo la riqueza del registro arqueobotánico del yacimiento, muy monótona hasta que hemos abierto el Sondeo 7. Gracias a la colaboración de los nuevos fichajes hemos avanzado con rapidez y estamos muy cerca de cumplir los objetivos planteados. Aunque se ha resistido al principio, ha empezado a salir cerámica en el Sondeo 2, que era lo que suponíamos que iba a suceder. Con un par de fines de semana más la cosa quedará terminada, aunque la semana que viene la es probable que la cosa no avance tan rápido debido a un compromiso ineludible. Seguiremos informando.

18 oct 2014

Riocueva 2014, episodio 5: debutantes y novedades

Afrontamos el segundo fin de semana con la confianza de que, gracias al viento sur, no nos va a llover. Y eso siempre es motivo de alegría, va uno con más ganas a la cueva. Todavía no ha llegado el frío y, sin embargo, hoy había ya un murciélago en la galería. Eso augura que se acerca el invierno, aunque de momento no se note. Posiblemente estaba de paso hacia las zonas profundas del sistema y no lo hemos vuelto a ver, ni siquiera para hacerle una foto. Al margen de esto, hoy teníamos debutantes. El equipo habitual ha perdido una unidad durante unos días, ocupada en su trabajo como guía de turismo cultural y ha sido necesario buscar refuerzos. Leticia nos ha traído a su amiga Vanesa, una entusiasta arqueóloga gallega y se nos ha ofrecido como voluntaria Marta, una restauradora de obras de arte de Santander. Las nuevas venían con muchas ganas y han disfrutado mucho de la experiencia... o eso deducimos al menos de su intención de repetir.

Marta, Vanesa y Leticia encantadas de la vida
Hemos podido dejar casi terminado el Sondeo 7, sólo queda un pequeño testigo que reservamos para el aperitivo del domingo. Ha seguido saliendo lo mismo que en jornadas anteriores: huesos quemados, carbones y, sobre todo, muchos restos de cereal carbonizado. Es más, en esta ocasión el título de «panizo de honor», que da derecho a salir en la foto diario del blog, se lo ha llevado la mayor «bola» localizada en excavación hasta el momento. Una vez terminada la excavación de esta zona, podemos afirmar que las acumulaciones de cereal carbonizado se reparten prácticamente por todo el cuadro, con una densidad que no se puede comparar con la que ofrecen otras zonas de la cueva. Además, los refuerzos nos han permitido liberar una persona para cribar y ¡sorpresa!, hemos podido comprobar que en esta zona no sólo aparece panizo o mijo, sino que hay otras variedades de cereal carbonizado: trigo, avena, quizá cebada, etc. La arquebotánica se va a poner muy contenta, después de sufrir la monotonía de una colección tan aburrida como estaba siendo hasta ahora la de Riocueva. De momento es lo más interesante que sale en la excavación, a la espera de broches de cinturón, anillos, cuentas de collar u otros hallazgos relevantes.

Más semillas de cereal carbonizado
Terminando con el Sondeo 7
Muy concentradas, con el paletín
Y como después de tres jornadas en la misma zona de la cueva empezábamos a estar un poco aburridos y ya dijo Un pingüino en mi ascensor que «En la variedad está la diversión», decidimos mudarnos a otra zona de excavación. Teníamos ganas de saber si nos habíamos dejado algo interesante en el tramo central de la galería y por eso hemos ampliado el gran Sondeo 2 hacia el oeste, con la esperanza de completar el puzzle de la cerámica y quien sabe si hallar otros recipientes de vidrio o cosas tan interesantes como las que nos ofreció esta zona en la primera campaña.

Hincándole el diente a la ampliación del Sondeo 2
De momento los resultados no están a la altura de las expectativas, pero no perdemos la esperanza. Sólo le hemos dedicado un rato por la tarde a los nuevos cuadros. Algo caerá, seguro. Nos contentamos con poca cosa, aunque si de repente nos topamos con el esperado broche liriforme, no hay duda de que lo celebraremos a lo grande. Será la recompensa al tiempo que le hemos dedicado a esta cueva de la que tanto nos cuesta separarnos.


12 oct 2014

Riocueva 2014, episodio 4: una inquietante presencia

Hoy la jornada de trabajo ha sido un poco más corta de lo habitual, que para eso era domingo y Fiesta Nacional. Hay que ir aclimatándose poco a poco, tampoco era cuestión de darlo todo el primer fin de semana. Y la verdad es que si el sábado se dio bien la cosa, hoy no ha desmerecido. Con los efectivos reducidos al equipo habitual y después de saldar con solvencia nuestra primera bajada a la cueva con lluvia, tocaba retomar la excavación del Sondeo 7.

Excava que te excava, excava que te excava
Los hallazgos han seguido en la línea del día anterior: muchos fragmentos de huesos humanos quemados y presencia frecuente de acumulaciones de semillas carbonizadas de panizo/mijo, todo ello acompañado de fragmentos de cerámica. De momento lo más vistoso es el fondo de una olla de cocina de cerámico común, muy similar a las que aparecen en otros puntos de la cueva. Es curioso seguir comprobando cómo, a pesar de encontrarse relativamente cerca unos de otros, cada sondeo de los que hemos ido abriendo a lo largo de la galería tiene su propia personalidad. La composición del Sondeo 7 nos hace suponer que estamos muy cerca de la «zona cero» donde se quemaron los huesos humanos y posiblemente las semillas, pero estamos un poco desconcertados porque no hay zonas con carbones en el suelo ni manchas de humo en las paredes que puedan corresponderse con las grandes hogueras que tuvieron que hacerse para quemar tantos huesos. En este sondeo estamos comprobando que la cremación afectó a huesos muy diversos, quizá a cuerpos completos, a diferencia de lo que se documentó, por ejemplo, en la cueva de Las Penas, donde sólo se quemaban los cráneos. De todos modos, de momento son sólo conjeturas que van surgiendo sobre el terreno mientras desenterramos los restos dejados en época visigoda en Riocueva.

La concentración de semillas carbonizadas más grande del día
Pero como no todo va a ser mirar al suelo, hoy nos han llamado la atención un par de cosas en las paredes de la cueva. Justo al lado de la zona donde estamos excavando nos hemos percatado de la presencia de un molar de caballo encajado en un hueco de la pared. Alguien lo ha colocado ahí, de eso no hay duda, lo que no podemos afirmar con seguridad es cuándo. Lo cierto es que no ha aparecido ninguna pieza dental de caballo semejante durante las excavaciones realizadas en distintos puntos de la galería, lo que nos hace sospechar que el que hemos localizado proceda del yacimiento prehistórico de la boca de la cueva. Más difícil es determinar cuándo se ha colocado en el lugar donde ha aparecido, teniendo en cuenta la cantidad de gente que ha transitado esa galería desde la Prehistoria hasta nuestros días. Hay otros «depósitos» en recovecos de la cueva que no son precisamente antiguos... De momento, hemos documentado el hallazgo y poco más.

Molar de caballo en un hueco de la pared de la cueva
Una acumulación intencional de latas de conserva añejas
El otro «gran hallazgo» parietal ha sido una peculiar muestra de arte rupestre contemporáneo en la que no habíamos reparado hasta hoy. Encima de la cornisa que hay junto al Sondeo 4, muy cerca de donde excavamos en la actualidad, se ha representado un busto humano utilizando carbón, seguramente tomado de la «hoguera de la columna». Seguro que si lo datamos por radiocarbono refleja una fecha muy antigua, por ese motivo, pero parece algo reciente, o relativamente reciente. Quizá lleve observando a todos los visitantes de la cueva desde hace 40 ó 50 años. No cabe duda de que su presencia resulta inquietante y a la vez tranquilizadora. Desde hoy, es el vigilante, el custodio responsable de que nadie altere la paz de la cueva hasta que los murciélagos tomen el relevo.

Arte rupestre contemporáneo en las paredes de la cueva
Un rostro inquietante, quizá un autorretrato o un personaje conocido de la época
El primer fin de semana ha dado bastante de sí, hemos avanzado en la excavación, nos hemos reído mucho –sobre todo el sábado– y las bolsas para cribar comienzan a amontonarse en el vestíbulo. Aunque los cuerpos estén doloridos y fatigados, el esfuerzo compensa. Hoy sabemos un poco más que ayer sobre Riocueva.

11 oct 2014

Riocueva 2014, episodio 3: retomando la rutina

Nos ha costado decidirnos pero, como avanzábamos hace un par de días, la nueva campaña de excavaciones en Riocueva ya está en marcha. Hoy ha sido el primer día y aunque retomar cuesta, ha sido una jornada muy satisfactoria. El cuerpo tiene que ir adaptándose a las particulares condiciones de trabajo, a entrar y salir arrastrando por el laminador, a pasar largos ratos en posturas incómodas, a la falta de luz, a la humedad, etc. En general, se nota la falta de rodaje. Mañana será un día de agujetas, pero merece la pena el esfuerzo.

La ilusión del primer día...
Para el debut hemos contado con el equipo habitual y con la colaboración de un par de voluntarios que han resultado imprescindibles para sacar adelante mucho más trabajo del que esperábamos para ser el arranque de la nueva temporada. Especialmente reseñable es el retorno de Leticia Tobalina, quien ya nos acompañó algunas jornadas en 2011 y no pudo participar en la campaña de 2013, pero que este año sí ha podido incorporarse al equipo.

El primer sondeo de la campaña 2014 promete
Los hallazgos son abundantes y de calidad, nada espectacular, pero todo muy interesante
En general ha sido una jornada fructífera, sin descubrimientos espectaculares, pero con un número de hallazgos que nos ha desbordado las previsiones iniciales. De hecho, nos hemos tenido que retirar porque ya no quedaban ni etiquetas ni bolsas después de recoger 76 objetos coordenados en sólo metro y medio abierto. Todo ello en el Sondeo 7, abierto en un tramo de la galería que no habíamos catado todavía. Lo más relevante, sin duda, es la aparición de abundantes semillas de panizo –o mijo, nunca se sabe–  carbonizadas en cinco puntos distintos del sondeo, acompañando a numerosos fragmentos de hueso quemado. Los huesos quemados eran relativamente abundantes en el el Sondeo 2 y no estaban presentes en el resto de las zonas excavadas hasta ahora, por lo que es importante su presencia en este nuevo sondeo. Los datos de ambas zonas nos permitirán establecer con más precisión dónde se quemaron los huesos, entre otras cosas.

Alguno pensará que siempre ponemos la misma foto, pero sale grano quemado una y otra vez
Por el momento no hay mucho más pero, después de esta primera incursión, nos hemos quedado con buenas sensaciones. La tercera campaña de excavación en Riocueva promete. Tanto que hemos adelantado las celebraciones tomando unas cervezas. Siempre saben mejor cuando son la recompensa del trabajo bien hecho.

9 oct 2014

Riocueva 2014, episodio 2: arrancamos. ¿Alguien se apunta?

Pues eso: que empezamos este fin de semana. Si alguien está interesado en participar en la excavación, que se ponga en contacto con nosotros en esta dirección de correo electrónico:

sisebodus@hotmail.com

A estas alturas de la película no vamos a engañar a nadie. Sólo podemos garantizar largas, cansadas y, en ocasiones, tediosas jornadas de trabajo en sábados y domingos de Octubre y Noviembre, en el interior de una cueva estrecha, relativamente húmeda y con no demasiada luz. 


Una cueva, en la que habitan insectos de diverso tipo y murciélagos de herradura (y un tejón cuando no estamos e incluso, a veces, un sapo) y de la que sólo salimos para sacar bolsas de tierra, cribar, comer y largarnos (no necesariamente en ese orden). A cambio ofrecemos comida fría (básicamente chocolatinas y bocatas o similares), agua mineral embotellada y nuestras no siempre agradables compañía y conversación. Y en cuanto a los materiales, hay que tener muy claro que el oro ya salió en 2011, así que es poco probable que vayan más allá de huesos sosos y mohosos, algunos fragmentos de cerámica, panizo carbonizado y quizá algún objetillo metálico o vítreo relacionado con la vida cotidiana o el adorno personal de los cántabros de los siglos VII-VIII.


Si, pese a todo lo dicho, alguien se apunta, será bienvenido. Si prefiere venir de visita y no mancharse ni cansarse demasiado, también (aunque menos). Nosotros estaremos allí los próximos 3 fines de semana y alguno más en Noviembre, aún por decidir. Y, como ya hemos perdido cualquier atisbo de timidez y las pocas buenas maneras que nos quedaban, lo diré alto y claro: SÍ. Aceptamos todo tipo de presentes de parte de nuestros visitantes.

Os esperamos. O no.

7 oct 2014

Presentando novedades en el I Encuentro Arqueológico Las Guerras-Ástur-Cántabras

Como anunciamos hace algunas semanas, durante los días 2, 3 y 4 de octubre ha celebrado en Gijón el I Encuentro Arqueológico Las Guerras Ástur-Cántabras, en cuya sección Nuevos descubrimientos teníamos inscritas dos comunicaciones en colaboración con nuestro buen amigo Rafael Bolado, director de las excavaciones en la cueva del Aspio. En esta ocasión no eran las cuevas sino los campamentos romanos de campaña el tema del que tratamos.

Presentando la primera de las comunicaciones
La primera comunicación llevaba por título «Avances en la identificación de nuevos escenarios del Bellum Cantabricum (1): Hacia el corazón de Cantabria» y daba a conocer tres posibles campamentos romanos de campaña en Los Castrucos (Arenas de Iguña-Luena), Pando (Santiurde de Toranzo) y El Cueto (Mazcuerras-Ruente), y una posible defensa romana de grandes fosos en La Cabaña (Santiurde de Toranzo). En todos los casos se trata de identificaciones realizadas a partir de foto aérea y aún no se ha realizado ni una prospección ni un estudio detallado que permitan afirmar con seguridad que se trata de estructuras militares romanas relacionadas con las Guerras Cántabras.

El turno de la segunda comunicación
La segunda comunicación llevaba por título «Avances en la identificación de nuevos escenarios del Bellum Cantabricum (1): ¿Más  cerca del Mons Vindius» y se centraba en la presentación de estructuras posiblemente relacionadas con las Guerras Cántabras identificadas en el límite entre la comarca de Liébana y la Montaña Palentina. Se trata de recintos localizados en el Collado del Vistrio (Pesaguero) y en Castro Negro (Vega de Liébana). Su emplazamiento y el apoyo de la toponimia y de otras fuentes permite conjeturar que las estructuras pueden estar relacionadas con el episodio del Monte Vindio recogido por los autores clásicos.

El debate sobre las ponencias y comunicaciones presentadas cerró la sesión
Ambas comunicaciones, presentadas velozmente por José Ángel, se sumaron en esta sección a otros interesantes descubrimientos realizados en Burgos, Asturias y Galicia. Nos quedamos con ganas de contar más y de saber más sobre lo que aportaban otros investigadores, pero la organización decidió que 10 minutos era tiempo suficiente para exponer estos nuevos hallazgos. El formato del debate, con un turno de preguntas común para todas las ponencias y comunicaciones, nos permitió permanecer «indiscutidos» en nuestras afirmaciones, ya que no hubo tiempo para que nadie plantease dudas u objeciones concretas sobre los yacimiento que presentamos y su interpretación. Habrá que esperar a la publicación de las actas para describir con más detalle los posibles nuevos campamentos y para conocer mejor esos enclaves, que se suman a la cada vez más larga lista de evidencias materiales que las guerras contra Cántabros y Astures dejaron en el norte de la península Ibérica.



5 oct 2014

VI Jornadas de Historia del Fuero de Brañosera

Los próximos días 11 y 12 de Octubre (hubo una sesión previa el día 3, en Cabezón de la Sal) tendrán lugar en Barruelo de Santullán, Brañosera y Argüeso las VI Jornadas de Historia del Fuero de Brañosera, un ciclo que incluye conferencias y la proyección de documentales de temática histórica y cuyo programa puede consultarse en el siguiente enlace:



Y el día 13 se celebrará el XXI Acto de Exaltación del Fuero de Brañosera, en esa misma localidad y coincidiendo con la llegada de quienes están realizando la "Ruta de los Foramontanos" en su primera edición oficial.




El tema de las Jornadas son los 1.200 años de los "foramontanos" por lo que, a estas alturas de la entrada y conociendo nuestra opinión sobre el asunto (quien no la conozca aún puede leerla aquí, tanto en la propia entrada como en el intercambio de comentarios que la acompaña), más de un lector se estará preguntando por qué lo anunciamos en el blog. Pues por dos motivos: porque el ciclo, más allá del nombre del evento, es interesante en sí mismo y en él van a participar algunos reconocidos investigadores con los que tenemos relación (como Carmen Díez Herrera o Ramón Bohigas Roldán); y porque, aunque no hayamos podido corresponder a la invitación por falta de tiempo, la semana pasada se nos ofreció la posibilidad de participar en él. Sí. Como lo leéis.

Hace unos 15 días, tras ver en la prensa regional que se iba a constituir una asociación denominada "Ruta de los Foramontanos" en la que participan 6 ayuntamientos cántabros y el palentino de Brañosera, enviamos una carta a cada uno de ellos explicando por qué creemos que la mencionada ruta (que nos parece una idea magnífica y a la que deseamos un brillante porvenir) no debería llevar ese nombre. Y, para nuestra sorpresa, la respuesta de la Asociación, a la que los ayuntamientos trasladaron nuestra opinión, no fue ponernos a parir, sino invitarnos a participar en las jornadas y dar nuestro punto de vista en una conferencia (sombrerazo por tanto desde aquí para José Luis Ruiz Diego, comisario de las Jornadas y vicepresidente de la Asociación, que fue quien nos llamó). Nosotros no podremos asistir a ninguna de las sesiones (Riocueva y nuestros trabajos nos lo impedirán), pero quien tenga interés en el tema tiene una magnífica oportunidad para conocer más sobre algunos aspectos relacionados con él. Y para disfrutar de un entorno (el del sur de Cantabria y el norte de Castilla-León) por el que yo siento una especial predilección.

Quizá en otra ocasión tengamos una nueva oportunidad de ir a Brañosera a hablar de los "foramontanos", del exire foras, de Malacoria y de la "via qua discurrunt asturianos et cornecanos". Si la invitación llega con tiempo suficiente para preparar algo digno y a la altura y no tenemos otros compromisos por medio, lo haremos encantados. De momento, acabamos de hacer, junto con Rafa Bolado, una (creemos que importante) contribución arqueológica a la Ruta; aunque casi nadie lo sepa aún. Pero ésa es otra historia que en breve se contará.