22 ago 2012

San Millán y el sensacionalismo


Hace un par de años publicamos un artículo en el que expresábamos nuestro punto de vista crítico sobre la hipótesis planteada por el estadounidense G. Kaplan acerca de una supuesta estancia de San Millán (473-574) en Valderredible y su relación con el desarrollo de la arquitectura rupestre. Esta hipótesis, publicada como artículo y como libro con el título El culto a San Millán en Valderredible, Cantabria: Las iglesias rupestres y la formación del Camino de Santiago, tuvo su eco en la prensa y ha alcanzado cierto éxito sobre todo en el ámbito local, hasta el punto de que son muchos los vallucos convencidos de que el mismo San Millán que fundó el monasterio de La Cogolla en La Rioja, pasó una larga temporada en Valderredible, cosa de la que no hay pruebas ciertas.

Muerte y sepultura del santo (Arqueta de San Millán, vía CVC)
La obra de G. Kaplan defendía principalmente tres ideas
  •  San Millán se retiró a Valderredible tras ser separado del cargo que le habían encomendado en la iglesia de Berceo. En esta comarca cántabra desarrolló parte su actividad, murió, recibió sepultura y allí permaneció su sepulcro hasta que en el siglo X fue trasladado a San Millán de la Cogolla.
  • El oratorio de San Millán y su sepultura se ubicaron en alguna de las iglesias rupestres de Valderredible, que fueron construidas en el siglo VII, tal y como evidencia la modulación de sus arcos de herradura.
  • La peregrinación a Valderredible para visitar las reliquias de San Millán entre los siglos VII y IX, que tiene como destino las iglesias rupestres, está en la génesis del Camino de Santiago que pasa por la comarca.
Como argumentamos en el mencionado artículo, "las tres ideas principales que sustentan su tesis están lejos de haber sido demostradas con los argumentos puestos en juego. No existe prueba alguna que permita certificar que San Millán vivió retirado en Valderredible, donde murió y se conservaron sus reliquias hasta su traslado al monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja. De hecho y como hemos tratado de exponer en este trabajo, existen numerosas evidencias de todo tipo que certifican todo lo contrario: que vivió, murió y fue sepultado en el territorio de la actual Rioja. Consecuentemente, tampoco puede haber constancia de que su oratorio y su tumba se localizasen en alguna de las iglesias rupestres de Valderredible, ni de que éstas fuesen construidas por los miembros de su comunidad durante el siglo VII. Y no la hay, como creemos haber demostrado en las líneas precedentes. Y finalmente, no puede demostrarse que haya existido un foco de peregrinaje en esa zona y basado en esas reliquias; ni que ese foco haya sido “precursor” –y luego parte integrante– del primitivo Camino de Santiago".

Sin embargo, convencido de la certeza de sus especulaciones y seguramente espoleado por el entusiasmo con que fue acogida su idea en algunos círculos regionales, desarrolló y complemento su tesis defendiendo un origen valluco de la lengua castellana en el libro Valderredible, Cantabria (España): Cuna de la Lengua Española. Aunque sus investigaciones filológicas cuentan con el aval de haber sido recogidas en revistas como Revista de Estudios Hispánicos o Medievalia, el mero hecho de partir de la base no demostrada de la residencia de San Millán en Valderredible en el siglo VI nos hace sospechar que nos encontramos de nuevo ante especulaciones recubiertas de un ténue barniz científico. Nuestra cautela deberá ser refrendada por una análisis riguroso de sus propuestas que nosotros, como arqueólogo que somos y no filólogos, no somos capaces de afrontar.

Ambas teorías, al parecer indisolubles, transpiran ese regusto sensacionalista que suele acompañar a la investigación estadounidense en el ámbito de la Historia, la Arqueología y disciplinas afines. Es habitual que desde "el otro lado del charco" nos lleguen ideas extraordinarias sobre lo que sucedió en Europa hace mucho, mucho tiempo que suelen esconder. en un enunciado muy atrayente, demasiada especulación como para ser tenidas por una investigación seria y rigurosa. Demasiados puntos en común, en ocasiones, con la prensa sensacionalista.

Aunque parece que en Cantabria el tema de San Millán ha dejado de tener interés y se ha ido diluyendo a la par que desaparecían de la escena pública sus valedores políticos, una noticia reciente ha vuelto a poner en contacto al eremita riojano con el sensacionalismo. Parece que una persona tan extraordinaria como relata la Vita redactada por San Braulio no puede pasar desapercibido ni después de casi 1500 años bajo tierra...

El titular que devuelve a San Millán a la primera plana por la puerta grande (del sensacionalismo) es el siguiente: Los restos del campo de trabajo de Ocón prueban la visita de San Millán de la Cogolla en el siglo VI. Aunque la noticia no desarrolla ni una línea sobre la información del titular y se limita a reflejar la visita de un político a un yacimiento arqueológico (sí, de nuevo un político), el mensaje es claro: San Millán estuvo allí. Nosotros mismos hemos defendido que los restos documentados en Parpalinas (Ocón, La Rioja) pueden ponerse en relación con el Parpalines donde se realizó el exorcismo de la Vita Sancti Emiliani, pero desde esa afirmación al rotundo "prueban la visita de San Millán" hay un salto tremendo que sólo se puede salvar con el impulso de algún hallazgo extraordinario. Aguardaremos la publicación de resultados... Seguramente aquí el investigador no ha afirmado nada semejante, porque a veces los periodistas toman algunos comentarios y suposiciones como palabra cierta.

Expulsión del demonio de la casa de Honorio en Parpalines (Arqueta de San Millán, vía CVC)
Echando un poco la vista atrás descubrimos que San Millán siempre han sido el reclamo de las excavaciones realizadas en ParpalinasUn campo de trabajo rastrea las huellas de San Millán, situando a los participantes en la actuación arqueológica "literalmente tras las huellas del santo". ¿No será mucho más razonable presentar la información así: Sylvia Sastre i Riba y Mª Teresa Antoñanzas visitan el campo de trabajo arqueológico de Parpalinas, en el Valle de Ocón (aunque repitan lo de las huellas del santo...), dejando que el santo descanse tranquilo y los arqueólogos desarrollen su trabajo sin personalizar? Sobre todo, porque puede llegar a ser frustrante perseguir una sombra con la certeza de que nunca vas a llegar a atraparla...



1 comentario:

  1. Ya me pareció a mí notar una presencia extraña cuando estuve en Parpalines años atrás. Por cierto, que habían terminado la campaña de excavación y todo el yacimiento daba una sensación de abandono algo lamentable, con huesos humanos aflorando en los cortes, fragmentos de cerámica por el suelo... Y tengo fotos de todo ello. El sitio tiene muy buena pinta y tengo ganas de que terminen de excavar y publiquen los resultados. Es cierto que San Millán anduvo por allí en el siglo VI, pero también lo es que no van a encontrar ninguna "huella" suya.

    Y en cuanto a Kaplan, poco más que decir que lo que contamos en su día en el artículo. Veo que anda yendo a congresos con el tema del castellano e imagino que será en esos marcos en los que los que saben de lengua le discutan su teoría. Pero sí que es cierto que, como dices, la premisa de la que parte (la presencia y muerte de San Millán en Valderredible) es completamente falsa. Y a la "Vita" me remito.

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