Si hay que describir de forma breve la jornada de excavación del domingo, no encuentro mejor expresión que la de "un continuo vete y ven". Dudo que haya habido otro día en la que se hayan dado más
paseos por el interior de la cueva, necesarios o innecesarios, en toda la campaña de 2011 y en lo que llevamos de campaña de 2013. Por diferentes motivos, en jornada de mañana y de tarde, el trasiego ha sido intenso. De un lado, hemos contado con la inestimable ayuda de Rafa Bolado y su "máquina de la verdad", lo que supone recorrer la galería de extremo a extremo unas cuantas veces; y de otro, tocaba abrir un nuevo sondeo y no está precisamente cerca del que todavía estamos excavando...
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La soledad y el silencio de la prospección electromagnética... |
Por la mañana tocaba repetir, posiblemente por última vez, la
prospección electromagnética de toda la galería. Calculo que detectorista y director habrán recorrido la cueva media docena de veces... o eso me ha parecido a mi, por la cantidad de ocasiones en las que me he tenido que apartar para ceder el paso. Gracias al detector de metales, en la campaña de 2011 pudimos identificar los lugares con mayor potencial de hallazgos metálicos y recuperar una amplia gama de objetos repartidos por todo el primer tramo de la Galería Campamento. La excavación del Sondeo 2 ratificó la eficacia del aparato en la localización de objetos metálicos, ya que la mayor parte de los puntos señalados en la prospección depararon hallazgos significativos, como
la cadenita de bronce de la que hablamos tiempo atrás o varios cuchillos de hierro, entre otros. Por su parte, la
búsqueda extensiva y la recuperación de artefactos en zonas no sondeadas aún permitió salvaguardar la cueva de la actividad de "buscadores de tesoros" durante el periodo en el que estuvo sin verja de cierre. Convinimos con los responsables del Patrimonio Arqueológico regional que era mejor "rescatar" el mayor número de objetos posibles, previa localización en el plano topográfico de la cueva, que tentar a la suerte. En las nuevas "pasadas" casi no ha habido señales positivas y algunas de las nuevas localizaciones están en el Sondeo 5, en la zona donde recuperamos el ya famoso anillo, de modo que pronto sabremos si realmente son objetos metálicos de interés o no.
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Trabajos de prospección bajo la supervisión del director |
Tan pronto como volvamos a la cueva porque... ¡por fin
hemos abierto el Sondeo 5! Ése ha sido el otro motivo del exceso de paseos durante la jornada. Aún no hemos terminado la excavación del Sondeo 3, pero ante la escasez de espacio, se ha tomado la decisión de plantear el nuevo sondeo y comenzar a excavarlo.
¡Craso error!, pensaba cada vez que tenía que darme el paseo de un lado a otro para dibujar algo en plano, tomas unas coordenadas o simplemente comprobar la relevancia del hallazgo. A quienes estaban excavando no les importunaba la cosa, pero yo he estado sometido a unos
elevados niveles de estrés (que acentúan mi tendencia a la exageración...) como consecuencia del constante "vete y ven", agravado por el hecho de que sólo tenemos un nivel y había que transportarlo de un lado a otro cada vez. En ambos lugares salen huesos humanos en abundancia. De hecho, en el Sondeo 4 ha salido
el hueso largo más completo que se ha visto en Riocueva hasta la actualidad. Una flamante tibia... que ha perdido las epífisis, seguramente por la acción destructora de los tejones u otros simpáticos animalejos que se entretienen en roer los "huesos viejos".
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Ante semejante descubrimiento, hay que actuar con cautela |
Además de la gran cantidad de huesos humanos, muchos de ellos de uno o varios individuos de muy corta edad, en el
Sondeo 4 ha aparecido un objeto que nos ha dejado un poco descolocados. El objeto en cuestión es un
raspador de sílex con aspecto paleolítico, incluso la pátina superficial es más evidente que en otras piezas de sílex, ya sea las que aparecieron en el Sondeo 2, o las que ocasionalmente nos encontramos en la zona del vestíbulo. La verdad es que procede de la zona del sondeo más afectada por los animales excavadores, una zona de tierra muy suelta junto a la pared norte, pero no me imagino a un tejón trayendo una pieza como esa desde la boca de la cueva hasta esta zona... Otra posibilidad es que fuese incorporada al depósito sepulcral en época visigoda de forma intencionada,
cosa que no sería inusual. Hasta que no estudiemos el dichoso raspador en detalle, no vamos a darle más vueltas al asunto.
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Arrojando luz sobre el conocimiento de la Cantabria tardoantigua, literalmente |
De momento, la semana que viene daremos descanso por motivos logísticos a este sondeo y nos centraremos en el
Sondeo 5. Confiamos en que el equilibrio "huesos humanos-objetos que los acompañan" se invierta y sea favorable a estos últimos, como sucede en los otros sondeos del
tramo central de la galería.
Menudo fraude de detectorista, yo lo apaleaba en la plaza de Entrambasaguas mientras avisaba a los vecinos de que les está robando el oro.
ResponderEliminarNo nos revientes la sorpresa de fin de campaña, que ya hemos reservado la plaza
ResponderEliminarBromas aparte... Rafa, sabes que ha sido de gran ayuda y que tuyo es parte del mérito de muchos de los hallazgos de la primera campaña de Riocueva. Si la cueva no esconde más "tesoros" o los esconde tan profundos que no hay detector que los localice, será cuestión de tiempo averiguarlo. Te debemos una, aunque nos cueste una subida al Aspio ¡maldita sea!
ResponderEliminarMucho ánimo con los trabajos, mucha suerte el domingo y, ante todo, muchas gracias por contarnos todo de forma tan detallada y amena. Hacéis un trabajo de divulgación excelente con este blog.
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