Fuente: Valverde, J. A. (2009): Anotaciones al Libro de la Montería del Rey Alfonso XI, Salamanca, p. 203
Y, claro, casi se me salen los ojos de las órbitas: ¿"Vindoey"? ¿Pone "Vindoey"? ¡Joder! ¡El Vindio! ¡El Monte Vindio de las Guerras Cántabras! "Vindius" en Floro, "Vinnius" en Orosio, "Ouindion" (transliterado del griego) en Ptolomeo. Del celta "Vindos" (blanco). Y ahora un "Vindoey" en un libro del siglo XIV. Y, además, entre Liébana y Pernía. Demasiado bonito para ser verdad. Pero también demasiado parecido para ser casualidad.
Vayamos por partes. Por si alguien a estas alturas aún no lo sabe, el Monte Vindio aparece citado en los relatos de la Guerra Cantábrica de Augusto que hacen tanto Floro como Orosio, basados ambos en la obra perdida de Tito Livio. Lo que esos autores cuentan es que, tras perder su primera gran batalla campal ("bajo las murallas de Bergida/Vellica/Attica") contra el ejército romano comandado por el gobernador de la Tarraconense, Gayo Antistio Veto, los cántabros huyeron al Monte Vindio, inexpugnable por naturaleza y donde, según floro, pensaban que antes llegarían las aguas del mar que las tropas romanas; y donde también, en palabras de Orosio, perecieron de hambre en gran número, asediados por los invasores. Hasta la fecha no hay consenso entre los estudiosos del tema sobre la identificación del citado monte: podría tratarse de un monte determinado o podría ser la parte más abrupta de la Cordillera, así, en general. En beneficio de la primera interpretación estaría el asunto del "asedio" romano (es más fácil asediar un monte que un conjunto de ellos, aunque también hay ejemplos de esto último, como en alguna de las campañas contra los Salasos de los Alpes suroccidentales), mientras que un argumento de peso a favor de la segunda es que el "Ouindion oros" de Ptolomeo no es un punto concreto, sino la propia Cordillera Cantábrica al completo. Como tampoco es el sitio adecuado para profundizar más en el tema, os remito al libro en el que participamos en 2012, concretamente al segundo de los artículos que firmamos Enrique y yo con Rafa Bolado (en riguroso orden alfabético), donde tratamos del asunto con más detalle.
Eso en cuanto al Vindio de los textos. Por lo que toca a Peña Bistruey (el "Monte de Vindoey" del texto medieval), pego aquí lo que cuenta J. Urrutia en Mendikat.net, una magnífica página de montaña:
La Peña Bistruey o Astruya ( 2.002 m ) es una importante cumbre del sector de coordillera cantábrica comprendido entre el puerto de Piedrasluengas ( 1.347 m ) y el techo de la misma, Peña Prieta ( 2.538 m ), englobado dentro del Parque Natural de Fuentes Carrionas ( Palencia ). Sin embargo, no es demasiado frecuentada al existir otras cumbres mayores próximas: Peña Prieta ( 2.538 m ), Curavacas ( 2.525 m ), Espigüete ( 2.450 m ), estas dos últimas en territorio Palentino. También podemos citar el solitario Lezna ( 2.206 m ) o la Horca de Lores ( 2.021 m ) como ejemplos de cimas de la montaña Palentina muy desconocidas y más elevadas que el mismo Bistruey ( 2.002 m ) que se establece en la misma raya con Cantabria.
Desde la cumbre a levante se alzan los llamados Puertos de Pineda y los collados Secarro ( 1.732 m ) y Brañaseca ( 1.559 m ), enmarcadas por grandes pastos en equilibrio sobre las dos provincias. La vertiente Norte desciende hacia el valle de Valdeprado, uno de los que componen la comarca de La Liébana. Crían en estas laderas frondosos bosques de hayas.
También es de destacar el entorno de pitones calcáreos que rodean al Bistruey, como la Peña del Castro ( 1.326 m ), los monolitos que erizan la Peña Jinesta ( 1.662 m ), la cresta de Camponuera ( 1.708 m ) o la proa rocosa de la Peña Cigal ( 1.532 m )
Y llegados a este punto, toca hacerse algunas preguntas:
¿Es el orónimo "Vindoey" un recuerdo fosilizado del "Vindius" de las fuentes latinas o se trata de un error (o de una corrección cultista) de quien escribió el texto en el siglo XIV?
Si lo es, ¿es la Peña Bistruey el lugar (o el punto central de un territorio algo más amplio) al que se retiraron los Cántabros derrotados junto a Bérgida? ¿O se trata del recuerdo del nombre que le dieron los romanos a toda la Cordillera Cantábrica y que, por motivos que desconocemos, se mantuvo en ese lugar (y quizá en sus cercanías)?
Y, finalmente, ¿puede explicarse de alguna forma mínimamente convincente, filología en mano, el paso del "Vindoey" medieval al "Bistruey" actual?
Como no tengo las respuestas (de momento), las dejo ahí, por si alguien quiere intentar encontrarlas. Sin embargo, lo que sí tengo son algunos apuntes curiosos que hacer en relación a la cita y al entorno inmediato de ese "Monte de Vindoey".
En primer lugar, la referencia en el pasaje al "Castiello de Dobros" (el castillo de Dobres), un emplazamiento en altura estudiado por Lino Mantecón y Javier Marcos (dan algunos datos sobre él en un magnífico trabajo que tienen sobre los castillos de Liébana), y que me hace pensar que podría seguir "en uso" en el siglo XIV, un momento bastante tardío en la vida de este tipo de fortalezas (imagino que, si estuviese abandonado, se refiriese a él como un lugar en ruinas o similar)
Planta del castillo de Dobres (Fuente: MARCOS y MANTECÓN, 2009)
Imagen de la peña donde se localizan los restos del castillo (Fotografía: Lino Mantecón)
También, un par de apuntes de toponimia-ficción, ya que no muy lejos de Peña Bistruey, unos 6 km hacia el este, nos encontramos con la Sierra de Albas y con el collado del Vistrio. Empezando por el final, si "Vindoey" ha terminado por convertirse en "Bistruey", ¿habremos de pensar que "Vistrio" viene de "Vindio"? Y, ¿tendrá algo que ver el "Albas" (supongo que de un Albus-a-um: "blanco", en latín) de la sierra con el hecho de que "Vindos", en celta, signifique precisamente "blanco"? Pues probablemente no. Y seguro que hay alguna explicación para todo ello que no pase por el Vindio de las guerras, pero, por si acaso, yo lo cuento aquí. En este punto es necesario recordar que Eutimio Martino (en Roma contra Cántabros y Astures. Aquí enlazo la edición más reciente, aunque yo he manejado la de 1982) ya señaló el posible origen del topónimo "Vendejo" (un pueblo situado muy cerca del collado del Vistrio, al norte) en un hipotético (y muy creíble, añado) "Vindelio", relacionado según este autor con el Vindio que nos ocupa aquí.
Y para terminar, una primicia que no es tal, porque está publicada en una nota (no al pie, sino al final, porque ese fue el formato) de nuestro ya mencionado artículo sobre las Guerras Cántabras en el libro editado por ADIC que he citado (y enlazado) más arriba. En 2012 andaba yo mirando en la red ortofotos aéreas de la divisoria entre Liébana y Pernía, buscando las trincheras de la Guerra Civil que salpican las cumbres y marcan la línea del frente republicano, cuando me topé con lo que parecía una fortificación bastante más antigua. Se trata de una estructura lineal, de varios metros de anchura y muchos más de longitud, que cierra una ladera y domina un paso natural (y tradicional) hacia Liébana, concretamente a Caloca, situada a sus pies. Y que se localiza (y ahí viene la parte que cierra el círculo), ¡en el Collado del Vistrio! (otra casualidad, y van...). Comunicado el asunto a Patrimonio, en Septiembre de ese año visité el lugar con un arqueólogo de la Consejería y un colega palentino y pudimos comprobar dos cosas: que, efectivamente, parece una fortificación terrera de gran envergadura; y que la espesa vegetación que cubre la zona impide sacar ninguna conclusión clara acerca de su cronología o función. Sobre plano parecía que cerraba (cerraba es un decir, porque sólo parece haber terraplén en la cara que mira al paso de montaña) un recinto mucho más amplio, pero sobre el terreno se aprecia que la ladera es muy pindia y, por tanto, el espacio útil en su interior más reducido.
A mí, personalmente, me recuerda mucho a las fortificaciones romanas de campaña (y con el ejemplo de la turris del Robadorio controlando el paso por San Glorio...), pero, siendo sinceros, tampoco existen elementos objetivos que permitan hacer esa identificación. También podría tratarse de una de esas defensas de época visigoda-asturiana que cierran los pasos de la Cordillera, aunque el hecho de que no corte el camino sino que lo controle desde un flaco lo aleja de su tipología. No me pega nada para algo de la Francesada (en Liébana hubo mucha actividad militar y guerrillera entonces) y mucho menos de las Guerras Carlistas (recordemos la expedición del Conde de Negrí, que llegó a Vendejo por ese paso) o de la Guerra Civil (el contraste entre el terraplén de la ladera y las trincheras en zig-zag de la cumbre es muy elocuente en ese sentido), aunque cosas más raras se han visto.
La estructura vista desde media ladera. Al fondo, Caloca
Y aquí lo dejo. Esta entrada es la prueba de que con un topónimo resultón, el entorno adecuado y unos restos intrigantes se puede construir todo un castillo de naipes histórico-arqueológico en dos tardes. Es muy probable que de todo lo contado en ella apenas pueda aprovecharse algo, pero ¿y si no es así?
A mi me encantan estas elucubraciones e hipótesis. Grandes cosas se han descubierto gracias a ellas.
ResponderEliminarTe ayudaría a confirmarlo el hecho de que existan pueblos , villas o parroquias en las cercanías, con nombres como Visma, Bens, bienes, bueno, buena, viñas,etc. Como sucede en Galicia con el monte de Visma, las parroquias de San Pedro de Visma, San Cristobal das Viñas, Vio, Vioño,VilaBoa y Elviña . Todos en un radio de menos de 5 km.
ResponderEliminarHola, Francisco. No acabo de ver la relación entre esos topónimos que citas y el Vindio, aparte de que sería una localización demasiado occidental para un episodio del Bellum Cantabricum
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