Descubiertos en 1996 por Eduardo Peralta, Federico Fernández y Roberto Ayllón durante unos trabajos de prospección arqueológica dirigidos por el primero de ellos, los atrincheramientos de Cotero del Medio se localizan en un estrechamiento de la prolongación hacia el sur de la Sierra del Escudo, a unos 1.200 m. de altitud, en la vertiente norte de la Cordillera. Fueron objeto de un sondeo arqueológico, dirigido por E. Peralta en el año 2004, cuyos resultados están inéditos.
Imagen aérea de los fosos de Cotero del Medio (Fuente: Iberpix)
Se trata de dos líneas paralelas de foso y terraplén, separadas por una distancia de unos 30 m. (de terraplén a terraplén), de planta sinuosa y que cortan el paso hacia el norte por la línea de cumbres. El foso de la exterior, situada al sur, mide unos 5 m. de ancho por 3 de profundidad. El de la segunda, al norte, tiene unos 5,6 m. de anchura y una profundidad de unos 4. Ambos tienen un perfil muy característico en forma de U con el fondo plano y se prolongan hacia el oeste ladera abajo, el primero unos 70 m. y el segundo aproximadamente el doble.
Imagen de las estructuras de Cotero del Medio desde el sur
Aunque en un principio fueron interpretados como parte del dispositivo militar romano de avance hacia la costa en el año 25 a. de C., su peculiar morfología (lejos de la típica en la castramentación legionaria) y su orientación hacia el sur llevaron a considerarlos más tarde como posibles defensas indígenas levantadas frente a ese mismo avance. Sin embargo, el descubrimiento de otras dos defensas lineales muy similares en Asturias (las del Homón de Faro y El Muro, en las vías de montaña de La Carisa y La Mesa, respectivamente), fechadas, grosso modo, entre mediados del siglo VII y mediados del VIII d. de C., permitiría adelantar su cronología a los inicios de la Edad Media; tal y como ha sido propuesto en un trabajo reciente por parte de J. Camino, Y. Viniegra y R. Estrada (2010), responsables de la identificación y el estudio de los dos conjuntos asturianos. Conviene señalar en este punto que esa posibilidad también está recogida en la correspondiente ficha del Inventario Arqueológico de Cantabria (INVAC) desde 2008.
Interior del foso situado más al norte
Las similitudes entre las estructuras de Cotero del Medio y las del Homón de Faro y El Muro son tantas que todo indica que remiten a un mismo contexto cronológico y cultural: son defensas lineales de montaña, formadas por grandes fosos y murallas y/o terraplenes, situadas en la misma latitud y que cortan vías de altura en el punto en el que estas acaban de rebasar la Cordillera. También existen algunas diferencias importantes, ya que las de el Homón de Faro (las únicas en las que se ha realizado una excavación en extensión) parecen haber sido objeto de una atención especial por parte de sus constructores, con dos líneas paralelas de muralla (una de cajones y otra abancalada) e incluso una torre en uno de sus extremos; mientras que la de La Mesa es una línea simple, formada por muralla aterraplenada y foso. Las estructuras de Cotero del Medio comparten características con ambas, ya que se trata de una línea doble, como en el primer caso, aunque tiene fosos y parapetos conseguidos por acumulación de materiales, como ocurre en el segundo.
Croquis de la planta de los fosos de Cotero del Medio (Fuente: Poo et alii, 2010)
Todo apunta a que se trata de tres evidencias arqueológicas de un mismo esfuerzo defensivo, llevado a cabo en un momento indeterminado de finales de época visigoda (incluyendo en ella el primer siglo de existencia del Reino de Asturias, epígono del de Toledo). Esfuerzo destinado a controlar los pasos de altura de la Cordillera Cantábrica e impedir el avance de un ejército invasor hacia la vertiente atlántica del territorio astur y cántabro. El equipo investigador asturiano que ha trabajado el tema en extenso considera que, entre las varias hipótesis de reconstrucción histórica que pueden manejarse, la que tiene más probabilidades de explicar la construcción de estas defensas lineales (que se corresponderían con las claustrae romano-bizantinas) es la que las relaciona con la campaña musulmana de sometimiento del norte de la Península. En esa campaña, un ejército comandado por Muza habría conseguido la rendición pactada de los hispanovisigodos del septentrión hispano, después de haber avanzado hasta el corazón de Gallaecia tomando las principales ciudades. Las fortificaciones lineales asturianas y cántabras serían los vestigios de la defensa planteada por los resistentes de la facción rodriguista asentados al norte de la Cordillera, defensa que habría sido hábilmente flanqueada por Muza, quien habría accedido al interior de Asturias a través de Galicia. A favor de esta interpretación juegan tanto el hecho de que la principal franja de probabilidad de la media combinada de las dataciones de Carbono 14 del Homón de Faro y de El Muro señalen a las primeras décadas del siglo VIII d. de C., como que todo apunte a que las murallas y fosos no fueron escenario de ningún hecho de armas y fuesen desmanteladas sin oposición (lo que sería, según esta hipótesis, una de las condiciones del tratado de rendición).
Recreación de la muralla abancalada del conjunto del Homón de Faro (Asturias) (Fuente: Camino et alii, 2010)
Sin embargo, existe una objeción (quizá menor, pero creemos que importante) a esta interpretación. Las defensas se localizan en Asturias y Cantabria, en dos territorios que, hasta donde sabemos, no estaban controlados por las mismas autoridades a comienzos del siglo VIII d. de C. (todo apunta a que había una provincia de Cantabria y otra Asturiense, gobernadas por sendos Duces). Esto implicaría que existió una acción combinada y concertada entre los gobernantes de las porciones atlánticas de esos dos territorios, que tendrían que haberse puesto de acuerdo para llevar a cabo una estrategia defensiva común, bloqueando (entre otras medidas que desconocemos) las vías de montaña hacia la costa con el mismo tipo de defensas lineales. Sin duda ese tipo de comportamiento sería más sencillo de explicar si ambos territorios estuviesen en manos de un mismo gobernante, tal y como ocurrió con seguridad a partir del reinado de Alfonso I de Asturias, hijo del Dux Pedro de Cantabria, cuando todas las tierras cantábricas situadas al norte de la divisoria de aguas estuvieron bajo su mando. Y resulta que la segunda franja de probabilidades (menor que la anterior pero que sí engloba, a 1 y 2 sigmas, todas las dataciones) de la combinación de las fechas de Carbono 14 nos ofrece una pequeña horquilla situada a mediados del siglo VIII d. de C., plenamente coincidente con ese reinado de Alfonso I (739-757).
Localización de las defensas lineales de montaña altomedievales de Asturias y Cantabria
Daten de comienzos o de mediados del siglo VIII d. de C., lo cierto es que nos encontramos ante unos restos excepcionales que nos hablan de un momento de nuestra historia del que cada vez vamos teniendo un mayor conocimiento arqueológico que poder confrontar con el que nos transmiten las fuentes escritas, escaso y, en ocasiones, contradictorio. El ejemplo de lo hecho en Asturias y los conocimientos adquiridos gracias a ello, además de darnos cierta envidia, nos permite plantear (hacerlo aquí y ahora no deja de ser un brindis al sol, pero menos es nada) algunas actuaciones en Cantabria que, sin duda, proporcionarían magníficos resultados. En primer lugar y en un nivel general, tratar de encontrar estructuras semejantes en otras vías de altura de características similares a la las de la "Vía del Escudo" (que es en la que se localiza nuestro único ejemplo conocido), ya que es probable que el esfuerzo fortificador (estuviese dirigido por los Duces de Cantabria y Asturia, por Pelayo o por su yerno Alfonso I) se hubiera extendido también a esos otros lugares. En segundo término y en lo que toca a los atrincheramientos de Cotero del Medio, intentar obtener información acerca de sus características constructivas y dataciones, preferentemente absolutas aunque también relativas, que permitiesen confirmar su afinidad y coetaneidad con el Homón de Faro y El Muro. Es sólo otro de los muchos trabajos que quedan por hacer en el pequeño y muchas veces olvidado mundo de la arqueología tardoantigua y altomedieval cántabra. Esperemos verlo completado en un futuro no muy lejano.
BIBLIOGRAFÍA
PERALTA LABRADOR, E. (2003): Los Cántabros antes de Roma, Madrid
POO GUTIÉRREZ, M., SERNA GANCEDO, M. L. y MARTÍNEZ VELASCO, A. (2010): "Castellum (?) de Cotero Marojo y vallum duplex de Cotero del Medio (Luena y Molledo)" en SERNA GANCEDO, M. L., MARTÍNEZ VELASCO, A. y FERNÁNDEZ ACEBO, V. (Coord.): Castros y castra en Cantabria. Fortificaciones desde los orígenes de la Edad del Hierro a las guerras con Roma, Santander
CAMINO MAYOR, J., VINIEGRA PACHECO, Y. y ESTRADA GARCÍA, R. (2010): "En las postrimeras montañas contra el sol poniente. Las clausuras de la Cordillera Cantábrica a finales del Reino visigodo frente a la invasión islámica" en RUIZ DE LA PEÑA SOLAR, J. I. y CAMINO MAYOR, J. (Coord.): La Carisa y La Mesa. Causas políticas y militares del origen del Reino de Asturias, Oviedo
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ResponderEliminarEn la prestigiosa página de Dialnet http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2520062
Eliminar•Autores: Jorge Camino Mayor, Rogelio Estrada García, Yolanda Viniegra Pacheco
•Localización: Territorio, sociedad y poder: revista de estudios medievales, ISSN 1886-1121, Nº. 2, 2007 , pags. 53-62
Resumen:
•En este artículo se dan a conocer las investigaciones realizadas en dos ortificaciones lineales localizadas en la zona culminante de la Cordillera Cantábrica, en el centro de Asturias. Ligadas a dos vías de comunicación de origen romano (La Carisa y La Mesa) que cruzan sendos pasos montañosos, su razón de ser consiste en contener expediciones militares procedentes del norte de la Meseta. Varias dataciones radiocarbónicas plantean, con independencia de un posible uso anterior en algún caso, su asignación al intervalo cronológico comprendido entre la mitad del siglo VII y los primeros años del siglo VIII d. de C. en fechas calibradas, un conflictivo periodo histórico que, por su relación con origen del Reino de Asturias, ha provocado un intenso debate historiográfico.
y sacado del libro editado por los propios arqueólogos se desmenuzó cata por cata las dataciones obtenidas mediante radiocarbono que dio los siguientes resultados:
Muestra Beta-202655-Yacimiento Homón de Faro-Contexto caída 2ª muralla-Datación C-14 280+/-40 BP Cal 1 Sigma 68% 1530-1660 AD-Cal 2 Sigma 95% 1500-1670 AD : Los resultados de esta muestra no son representativos por haber sido contaminada.
Muestra Beta-208043-Yacimiento Homón de Faro-Contexto zapa 2ª muralla -Datación C14 1280+/-50BP- Cal 1 Sigma 68% 680-780 AD- Cal 2 Sigma 95% 660-860 AD
Muestra Beta-208044-Yacimiento Homón de Faro-Contexto Madera muralla-Datación C14 1340+/-60 BP- Cal 1 Sigma 68% 650-710 AD-Cal 2 Sigma 95% 620-790 AD
Muestra Beta 209245-Yacimiento Homón de Faro-Contexto Paleosuelo-Datación Carbono14 1330+/-40 BP Cal 1 Sigma 68% 660-700 AD- Cal 2 Sigma 95% 650-770 AD
Muestra Beta- 209246-Yacimiento Homón de Faro-Contexto Solera Muralla-Datación C14 1340+/-60 BP-Cal 1 Sigma 68% 650-710 AD- Cal 2 Sigma 95% 620-790 AD
Muestra Beta-207118-Yacimiento El Muro-Contexto Paleosuelo-Datación C14 1320+/-40 BP- Cal 1 Sigma 68% 660-710 AD-Cal 2 SIGMA 95% 650-780 AD
Como ya dijimos la primera muestra está contaminada y no puede ser tenida en cuenta y salvo la Beta 208043 ligeramente mas moderna por su asociación a la destrucción de las murallas en fecha posterior, las otras cuatro coinciden en el mismo intervalo cronológico con fecha límite en torno al 710 SIEMPRE ANTES DE LA INVASIÓN MUSULMANA.
Para englobar fechas posteriores y anteriores es necesario recurrir a la calibración menos precisa.
LA NOTABLE CIRCUNSCRIPCIÓN CRONOLÓGICA A 1 SIGMA DEJA CENTRADA LA CUESTIÓN EN LOS EPISODIOS DEL 680 ya que la invasión musulmana tuvo lugar en el 711 y no llegó al norte al menos hasta el 713.
Mas descartable es aún que tengan que ver con la batalla de Covandonga entre el 718-722.
Las primeras correrias musulmanas de las que se tienen noticia en el norte peninsular se situan entre 713-714.
Estas fechas certifican la expedición visigoda contra los astures durante el reinado de Wamba en el año 680 y solo treinta años antes de la invasión musulmana de la Península Ibérica.
EliminarEn este otro enlace también pueden Vds comprobarlo recogiendo noticia publicada en su dia por el diario el Comercio año 2.006 http://www.arqueologiamedieval.com/noticias/742/
Incluso aquí: Acta de las I Jornadas de Arqueología en Asturias (abril-mayo de 2005) página 93 "Los escenarios bélicos de La Carisa y de La Mesa http://www.scribd.com/doc/30174331/Actas-de-las-I-Jornadas-de-Arqueologia-en-Asturias
puede leerse lo siguiente relativo al muro de la Mesa: Se recuperaron algunos elementos militares como una espuela de hierro con abrazaderas de bronce de tipo antiguo y algunas puntas de dardos. Una pequeña semilla depositada en el suelo sobre el que se levantó la muralla arrojó una datación C-14 comprendida entre mediados del siglo VII d.C. y primera década del VIII al 68% de probabilidad, es decir, absolutamente idéntica a las de El Homón. La contemporaneidad entre ambas obras parece así asegurada.
Hay varios problemas importantes en lo que comentas.
EliminarEl primero, que dependiendo de la curva de calibración que utilice el programa y del propio programa, las cifras pueden bailar algunos años (en este caso los suficientes como para abarcar los inicios del siglo VIII incluso a 1 sigma). De hecho, en la publicación más reciente (y monográfica) sobre las defensas lineales asturianas, sus descubridores y excavadores publican las fechas con calibraciones a 1 sigma que, en todos los casos menos en uno, van más allá de 711.
El segundo, que las calibraciones han de ser a 2 sigmas para que sean fiables, porque no se puede dejar fuera de consideración un porcentaje tan alto de probabilidades. Si te fijas, nadie publica calibraciones a 1 sigma. Otra cosa es que pueda hablarse de donde parecen estar centradas o de donde se encuentran los picos de probabilidad. Aun así, lo estadísticamente correcto son las dos sigmas.
Y para terminar, que todo depende mucho del tipo de muestra utilizada. La madera, por ejemplo, es problemática, porque puede haber "muerto" bastante tiempo antes de su utilización.
La opción de Wamba es sólo una de las varias probables. A su favor, el aspecto "antiguo" de algunas de las fechas. En contra, la propia fiabilidad de la noticia (recogida sólo en una fuente muy tardía y no en las de la época) y diversas consideraciones de tipo histórico (por ejemplo, si Cotero del Medio es otra de esas defensas, ¿contra quién se levantó en Cantabria? ¿Cómo pudieron coordinarse astures y cántabros para hacer el mismo tipo de obra, con las mismas características y la misma función?. En todo caso, aún queda mucho por investigar en ese y otros aspectos.
Estoy de acuerdo en que hay muchos interrogantes a resolver; personalmente no creo en las teorías de los poderes locales asturromanos, una especie de neoindigenismo que ha arraigado desarrollando y matizando las teorías de Barbero y Vigil y que creo también en Cantabria tiene seguidores.
ResponderEliminarLa potente romanización de Asturias es un bulo; los escasos restos encontrados pueden reflejar la vida de una élite pero pueden provocar un efecto distorsionador si se quiere aplicar al resto de la población, en mi opinión cristianizada y latinizada a partir de la época del reino asturiano cuando se efectúan repoblaciones con gente del valle del Duero y sobre todo por el efecto irradiador de la corte y del obispado ovetense.
Verdaderamente no alcanzo a comprender porqué un rey asturiano iba a inventarse una campaña de un rey godo contra los astures, dicho así además de pasada y sobre todo cuando en tal época los reyes asturianos se consideraban herederos de los godos. De todas formas poner en cuestión una noticia aséptica y escueta donde no alcanza a comprenderse motivación alguna para tal falsificación sería abrir la caja de Pandora pues habríamos de dudar de todas las crónicas y eso sería terrible.
Por otra parte en un principio siempre pensé que la campaña de Wamba del 680 contra los astures invalidaba las tesis goticistas sobre el origen del reino asturiano. Hoy no estoy tan seguro de ello ya que si Asturias hubiera sido conquistada en el 680 explicaría que allí hubiera surgido la resistencia al Islam por ser un territorio con una fuerte presencia militar goda. No estaríamos pues ante un bando nobiliario rodriguista refugiado en Asturias ni ante una parte mas del reino godo que decide resistir por su cuenta sino ante un territorio con un aparato militar godo reciente e importante y el hecho de que la población hispana del norte recién sometida se adhiera a la defensa no debe extreñar tanto cuando sabemos que los beréberes recién conquistados también y en este caso por los árabes fueron los protagonitas de la invasión musulmana peninsular del siglo VIII.
Por otra parte no sabemos si los "astures" a los que se refiere tal crónica son los astures trasmontanos y posiblemente sean los cismontanos ya que otras crónicas hablan de los Rucones o Ruccones a los que habrían vencido pero no dominado tras una rebelíón como fue en el caso de los Astures cismontanos.
A favor de esta teoría que pongo sobre la mesa está la que en mi opinión es una corrupción latina del pueblo de los luggones por Rucones fruto de la probable presencia céltica en las legiones romanas -algunos han apuntado que parte de la celtización de Asturias y Cantabria vendria por mano de las legiones romanas- Pues bien; en la parte oriental de Asturias está la comarca de Con véase Mestas de Con http://www.vivirasturias.com/asturias/cangas-de-onis/mestas-de-con/es/ También está el puerto de Connio http://es.wikipedia.org/wiki/Puerto_del_Connio curiósamente al caballo del país se le llama Astur-con y tenemos a los pueblos cántabros prerromanos de Con-canos y Con-iscos. En mi opinión Luggon es una celtización de Rucón o Ruccón como Autrigón de Autricon; incluso está el término Vascón y es que con probablemente sea un genérico de montaña o montañés; asi cuando en las crónicas godas se hablad de que vencieron pero no dominaron a los ruccones pueden estar haciendo referencia a los habitantes de la vertiente cantábrica en tanto en cuanto los astures serían los astures cismontanos de León-Zamora y Cantabria podria ser la zona de la Rioja.
Un cordial saludo agradeciendo como siempre su atención.
Imagino que dentro de no demasiados años, según se avance en la investigación arqueológica (porque de las fuentes escritas ya poco nuevo puede sacarse), tengamos argumentos (en un sentido u otro) para avanzar en el conocimiento de todas estas cuestiones. Yo soy optimista y creo que será así. Pero, de momento, hay que esperar.
EliminarLa objeción es mayor si se retrasa la construcción de las fortificaciones al reinado de Alfonso I, pues no habría forma de explicar su destrucción.
EliminarPor otra parte, no está demostrada la existencia de una provincia asturiense del reino visigodo. Lo ha reconocido el propio Luis A. García Moreno, que fue el que propuso la hipótesis.
Armando Besga Marroquín (respondo como anónimo, porque no sé cómo poner el nombre en el perfil)..
Es una buena objeción, es cierto, aunque se me ocurre que quizá pudiera explicarse esa destrucción porque dejaron de ser necesarias (no creo que se pueda distinguir arqueológicamente si pasaron meses, años o días desde la erección hasta el desmoche y el abandono). En realidad, todas las interpretaciones manejadas tienen pros y contras y me temo que tardaremos en salir de dudas, si es que alguna vez lo hacemos.
ResponderEliminarY en cuanto a la existencia o no de esa provincia asturiense, la hipótesis no deja de parecerme buena porque García Moreno ya no la sostenga (lo mismo pasa, por ejemplo, con Caballero Zoreda y las iglesias de época visigoda de la Meseta Norte y Galicia: él las estudió y las clasificó como tales, luego renegó y las llevó a los siglos IX-X y las dataciones absolutas las sitúan entre mediados del VII y finales del VIII). A la famosa presencia de esos dos "duces" de más firmando las actas de un concilio habría que sumar, por ejemplo, la mención a una provincia de nombre "Asturia" en el Anónimo de Rávena. En cualquier caso, existiera o no esa provincia, las defensas de La Mesa y La Carisa y las de Cotero del Medio seguirían sin estar en territorios bajo un único mando (salvo que demos por buena la última teoría del mismo García Moreno, que lleva el límite oriental de los Astures prerromanos hasta el río Saja, que sería el "Salia" de Mela para él, obviando tanto la información geográfica transmitida por Prolomeo como la abundante epigrafía con mención a Orgenomescos y Vadinienses en el oriente de la actual Asturias y el noreste de León).
Creo que no te deja firmar con tu nombre porque no tienes una cuenta de Blogger u otra equivalente (una de Google, por ejemplo).
Saludos
No veo razón para que Alfonso I destruyera unas fortificaciones que acababa de construir. Habría que buscar un caso en el que alguien destruye sus propias fortificaciones para que la propuesta fuera verosímil. Lo normal es que las destruya el enemigo. Que lo hicieran los musulmanes tiene la ventaja importante de la navaja de Ockham: no hay que suponer nada.
EliminarEn cuanto a la provincia asturiense, la cuestión es muy compleja. La he tratado en "La Asturias de los astures durante ls siglos V-VII según las fuentes literarias de la época". Pudo existir. Pero pienso que no puede ser utilizada como argumento para probar nada.
Tienes razón. Es difícil de sostener (pensé que, quizá, cuando hubiese creado el "desierto" del Duero ya no necesitase de las defensas en los pasos de la Cordillera y pudiera pensarse en un desmoche en esas fechas). Sin embargo, sí que pudieron ser construidas a mediados del siglo VIII por Alfonso I y destruidas pocas décadas después por los musulmanes, durante (o como consecuencia de) las expediciones andalusíes contra Asturias de los reinados de Mauregato y Alfonso II. Sobre todo las de los años 794 y 795, cuando llegaron hasta Oviedo y saquearon la ciudad. Tanto La Carisa como La Mesa son dos magníficas vías de acceso a la zona central de Asturias y no sería demasiado difícil proponer el paso de las columnas cordobesas por ellas hacia Oviedo. Además, la fecha de C14 que señalaría el momento de la destrucción de la muralla del Homón de Faro, la de la zapa de la muralla, es la más tardía de toda la serie de dataciones absolutas de los dos yacimientos y tiene una horquilla de probabilidad que llega hasta el año 850.
ResponderEliminarY sobre la provincia de Asturias en época visigoda, sí que es un asunto complejo. En cualquier caso, no creo haberla utilizado para probar nada (si repasas la entrada del blog verás que no se da por hecha en ningún momento). Simplemente me he limitado a decir que esos dos territorios (Asturias y Cantabria), hasta donde sabemos y existiese un Dux con autoridad en Asturias o no, no formaban parte de una misma provincia ni estaban gobernados por una misma persona a comienzos del siglo VIII. Y lo mantengo. Y que sí lo hacían y lo estaban con seguridad a mediados de ese mismo siglo.
Volviendo al inicio: todas las interpretaciones me parecen válidas en este momento y no creo que ninguna tenga más opciones de ser correcta que las demás (todas tienen lagunas y todas se apoyan en supuestos). Habrá que esperar a nuevos datos para salir de dudas.
Interesante debate; verdaderamente el asunto es de una gran complejidad y habrá que esperar a nuevos hallazgos arqueológicos. En el caso de las defensas de Cotero está la problemática de ser un escenario bélico romano por lo cual en un principio se pensó como se dice en el artículo que pudieran ser romanas. Pienso que debieran realizarse mediciones de radiocarbono para cotejarlas con las muestras obtenidas en Asturias a pesar de las apuntadas probabilidades de ser coetáneas y así saldriamos totalmente de dudas.
EliminarLa opción más romántica seria la de vincular tales defensas a la época de Don Pelayo aunque y no quisiera equivocarme tengo entendido o creo haber leido que la incursión musulmana en Asturias vino desde Lugo instalándose en Gegionem un gobierno militar para controlar la zona.
Está efectivamente la problemática que se menciona -de ser coetáneas las defensas- de estar situadas en dos ámbitos geográfico-políticos distintos -sorprendente y desconodico para mi lo de que los Astures lleguen hasta el Salia-Saja- y lo digo porque mas bien hay evidencias de que los cántabros llegaban hasta Colunga aunque tanto Cántabros como Astures parecen ser interpretatios administrativas romanas y por encima de éstas Asturias más bien parece dividida en dos partes una pésico-galaica y otra lugón-cántabra generalizando afinidades y apuntando a que tales gentes probablemente no tenian mas patria que los castros en los que vivian sin que existiera verdaderamente ningún pueblo cántabro o astur étnica y políticamente consciente de ello.
Si llegara a probarse la posibilidad apuntada en algunos estudios de que el ducado ostentado por Pedro fuese en realidad la zona de la Rioja se despejaria el camino para un mando unificado Pelagiano de la zona centro-oriental asturiana y centro-occidental cántabra aunque tal posibilidad no parece que cuente con mucho soporte salvo la extraña y minuciosa actividad reconquistadora de Alfonso I en tal zona.
En fin verdaderamente es una cuestión compleja y como bien dicen nuestros anfitriones habrá que esperar a tener nuevos datos; aprovecho para mandar desde aquí un cordial saludo a Don Armando Besga Marroquin uno de los investigadores españoles mas brillantes y que ha realizado trabajos de una gran erudición que han permitido grandes avances en el conocimiento de una época tan oscura.
Estamos de acuerdo, pues, en que Alfonso I no tenía motivos para destruir las fortificaciones. Pero, ¿Por qué iba a haberlas construido? Que hiciera incursiones por el valle del Duero no es motivo. Entonces, ¿qué diferencia a la posibilidad de Alfonso I de las posibiliades de otros reyes asturianos del siglo VIII?
EliminarLa hipótesis de la destrucción de las fortificaciones a finales del siglo VIII plantea el problema de que unas murallas construidas por un rey de Asturias no fueron utilizadas para defender el territorio y el problema de que fueron destruidas al mismo tiempo por un ejército que seguramente sólo pasaría por un sitio. Ambas dificultades se puueden superar por supuestos. Pero la ventaja de la hipótesis de la conquista musulmana es que no necesita más supuestos.
En cuanto a la provincia de Asturias, el argumento principal era una frase de Valerio del Bierzo: "Ego, indignissimus peccator, Asturiensis provinciae indigena," García Moreno entendió entendió que San Valerio habla de una provincia Asturiense, porque es "un pasaje donde al contraponer provincia a territorium es perfectamente posible entender en el sentido estricto de uno de los grandes distritos —provinciae— en que se dividía el reino de Toledo". Pero Manuel C. Díaz y Díaz, editor de la obra, traduce la expresión que estamos analizando como "natural del distrito de Astorga", porque considera que se habla "de provincia, sin valor administrativo". Además, el gentilicio “asturiense” aparece otra vez y con el sentido de “astorgano”: "Necesitate compulsus inter Asturiensis urbis et Castra Petrensis confinio ad eremi deserta, confugiens"
En todo caso, no quería reprocharte nada, sólo advertir que la existencia de una provincia visigoda de Asturias no puede emplearse como argumento para probar una hipótesis. Al contrario, me ha parecido muy interesante este foro. Espero que podáis publicar el yacimiento de Santa María de Hito, en el que excavé tres campañas y que ha sido muy importante en mi vida.
Un cordial saludo.
La diferencia sería la segunda franja de probabilidades de las dataciones por Carbono 14, centrada hacia 750 y que no iría más allá de finales de la década de 760 en alguno de los casos (lo que permitiría considerar también la posibilidad de Fruela I, por cierto, y descartar a sus sucesores).
EliminarSobre el tema de la provincia asturicense, sólo una cosa más. Sé que hay alguna mención posterior a la iglesia e incluso a obispos "asturienses", referida a los de Astorga, pero, ¿lo esperable como adjetivo para esa ciudad no sería "asturicense" en lugar de "asturiense? ¿Podría sostenerse quizá que esa "ciudad asturiense" fuera Astorga no por su nombre ("Asturica" o ya "Astorica" en época visigoda) sino por ser la ciudad astur ("asturicense") más importante (la propia capital de la hipotética provincia, por ejemplo)?
Y en cuanto a lo que comentas de Santa María de Hito, aún falta tiempo, pero ya te adelanto que el coautor de este blog está en ello. Supongo que llegará después de su tesis, en la que imagino que ese yacimiento tendrá un peso importante (y que marcará sin duda un antes y un después en la arqueología funeraria medieval, de Cantabria y, por extensión, de otras zonas del norte de la Península). A ver si se le va haciendo justicia de una vez a ese magnífico yacimiento, que ha tenido una suerte pésima, sobre todo si lo comparamos con otros similares y que se descubrieron más o menos por las mismas fechas. Además, siempre ha sido un objetivo preferente del Proyecto Mauranus (por muchos motivos de todo tipo) así que, quién sabe, quizá en un futuro haya alguna otra sorpresa relacionada con él.
Y esto ya a título estrictamente personal: no sólo no me lo he tomado como un reproche sino que me ha alegrado mucho tu participación en el blog. Sigue haciéndolo (y criticando lo que consideres criticable) siempre que quieras. Estamos abiertos al debate en todos los casos (de hecho, nos gusta mucho debatir y discutir sobre estos temas) y, por supuesto, a las críticas científicas. Para quien, como yo, considera "Orígenes hispano-godos del Reino de Asturias" como una obra de referencia tus comentarios aquí serán siempre bienvenidos.