18 sept 2012

San Miguel de Aguayo, arqueología bajo cero (y 2)

Si en la entrada anterior referida a esta necrópolis medieval mostramos las crudas condiciones meteorológicas y ambientales que rodearon la excavación realizada en San Miguel de Aguayo, ahora toca el turno de mostrar los resultados. Es cierto que nunca está de más recordar que la nuestra es una profesión dura (o afición, cada vez más...), pero no es excusa para dejar de practicarla con pasión y ofrecer las mejores prestaciones incluso en las peores circunstancias.

Aspecto del cementerio al final de la excavación
Había algunos antecedentes sobre la existencia de una necrópolis medieval junto a la actual casa de cultura de San Miguel de Aguayo, un edificio que antes de nada fue iglesia dedicada a San Cristóbal y después de eso algunas cosas más. M. García Alonso había recogido noticias en 1992 sobre el hallazgo de tumbas de lajas en este lugar y publicó una estela discoidea que podría pertenecer a la misma necrópolis. Años después J. Marcos excavó una tumba dentro del edificio de la iglesia que se atribuyó a época bajomedieval o ya a la Edad Moderna.

Si realmente hubo una iglesia en ese lugar desde la Edad Media, era prácticamente inevitable que saliese un trozo de la necrópolis en el lugar en el que iban a hacer una zanja para curar las humedades del edificio y así fue... Aunque la pequeña parcela, ubicada al norte del solar de la iglesia, había sufrido también cambios de uso y alteraciones, pasando incluso por una fase como estercolero, una parte importante de las tumbas se había salvado de la destrucción y enseguida afloraron algunas lajas de cubierta.

Durante las excavaciones realizadas entre noviembre de 2010 y enero de 2011 se documentaron un total de 17 tumbas, algunas parcialmente destruidas, de las que al menos 5 correspondían a individuos infantiles. Ocupaban un área de unos 55 m2, sin una ordenación clara ni demasiada densidad.

Planos del sector excavado del cementerio. Sup. cubiertas de las tumbas. Inf.  fosas y cajas con los restos óseos
La mayor parte eran tumbas de lajas, con una o varias losas para la cubierta y caja delimitada también por losas. Sin embargo, había algunas tumbas en las que únicamente la cubierta era de lajas, más concretamente de una sola laja, mientras que la fosa en la que descansaba el cadáver estaba únicamente excavada en el terreno, sin delimitación de losas. En una de estas tumbas de fosa con cubierta monolítica, de un individuo infantil, se ha identificado una tapa de madera sobre el esqueleto y bajo la losa de cubierta.
Tumbas de lajas
Proceso de excavación de la Tumba 4
Restos de madera de una posible cubierta lígnea
Los restos óseos estaban muy mal conservados y únicamente en dos de las tumbas de lajas se ha podido  recuperar el esqueleto más o menos completo. Una de las tumbas mostraba además evidencias de reutilización, con restos de al menos dos individuos: el ocupante más reciente en posición de decúbito supino, y el cráneo y algunos huesos del anterior ocupante desplazados hacia la zona de la cabecera.
Tumba 6, reutilizada, con restos de dos individuos
Detalle de la cabecera de la Tumba 6, reutilizada
Tumba 2, con esqueleto completo, datada en torno al siglo X
Aunque en un primer momento supusimos que se trataba de una porción del cementerio medieval del siglo XII o quizá más reciente, la datación por Carbono 14 de la tumba mejor conservada permite situar el conjunto en torno al siglo X. Hacia esta misma fecha apuntan otros detalles, como el uso de tumbas de fosa con cubierta monolítica o el empleo de cubiertas de madera, documentados en otros lugares en torno a los siglos X-XI. Su ubicación al norte del edificio religioso en torno al que se disponía podría entenderse como marginal o excepcional, pero es probable que en esas fechas lo habitual fuese que los cementerios se extendiesen ocupando todo el perímetro, con más o menos densidad en algunas zonas concretas.

Estamos ultimando la redacción de la memoria final de la excavación y preparando un artículo para publicar en alguna revista especializada. Cuando haya algo digno de ser leído disponible, lo colgaremos en el blog.



6 comentarios:

  1. Qué tiempos aquellos... En estas fotos hasta parece que hacía buen tiempo y todo. Pero, aunque fue muy duro, no me importaría nada repetir. Lástima que no vaya a pasar.

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  2. Muy interesante, para merecer..........hay que padecer.

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  3. Hola , soy el actual alcalde pedáneo del pueblo de San Miguel me gustaría saber que paso con los restos de la necropolis.donde fueron trasladados los restos ?

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    1. Hola, Jonatan. Los materiales están depositados en el MUPAC. En la tesis de Enrique, que acaba de enlazar en la última entrada del blog, puedes encontrar bastante información sobre la excavación. Y, además, estamos terminando un artículo monográfico sobre ella que mandaremos a una revista de arqueología en cuestión de semanas (y que se publicará ya el año que viene)

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    2. Muchas gracias Jose Ángel por la información, pues pregunte hace tiempo en el MUPAC pero me dijeron que desconocían si tenían restos provenientes de San Miguel de Aguayo, dar la enhorabuena a Enrique Gutierrez por su Tesis y decir que me gustaría mantener el contacto pues me gustaría muchísimo poder tener un ejemplar de la revista cuando publique el artículo. Saludos

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    3. Procuraré acordarme, Jonatan. De todas formas, dentro de unos meses mándame un mail (mi correo está en la portada del blog, junto al de Enrique) para que no se me olvide

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