28 sept 2015

¡Doctor!

A las dos y pico de esta tarde, en la Sala de Grados del Edificio Interfacultativo de la Universidad de Cantabria, Enrique ha obtenido el título de Doctor en Historia con la máxima calificación: Sobresaliente cum laude. Y lo ha hecho después de defender su Tesis ("Génesis y evolución del cementerio medieval en Cantabria"), dirigida por Carmen Díez Herrera, frente a un tribunal formado por los arqueólogos Juan Antonio Quirós Castillo (Euskal Herriko Unibertsitatea-Universidad del País Vasco) e Iñaki Martín Viso (Universidad de Salamanca) y el historiador Jesús Ángel Solórzano Telechea (Universidad de Cantabria). 

Defendiendo su tesis

Se puede decir, y así lo han hecho los miembros del tribunal, que estamos ante un día histórico (dentro de la pequeña gran historia de la arqueología cántabra), no sólo por el hito que un trabajo de estas características (muy muy bueno) supone, sino porque es la primera tesis doctoral sobre arqueología medieval que se presenta en la Universidad de Cantabria en todos sus años de existencia. Tal cual. Pero como hoy es un día para estar contentos y celebrar, no toca hablar aquí ahora de esa circunstancia ni de todo lo que lleva aparejado. Tiempo (y entradas) habrá para lamentarnos del panorama desolador en el que están sumidos desde hace décadas estos estudios y trabajos en una tierra que fue, hace ya demasiados años, pionera en tantas cosas.

Recibiendo las felicitaciones del tribunal

Quedémonos pues con la más que merecida alegría de Enrique (y de quienes le rodean) y con la satisfacción de ver reconocido un trabajo que, pese a quien pese (y a alguien le pesará, seguro), se ha convertido desde hoy mismo en un referente ineludible para un montón de temas relacionados con la muerte en la Edad Media. Y, como también se han encargado de dejar claro los miembros del tribunal, no sólo en Cantabria, sino a nivel peninsular e incluso más allá.

Y posando, orgulloso y ya Doctor, con su criatura

Por mi parte y para terminar, sólo diré que estoy muy feliz. Obviamente, por él: porque sé cuánto ha trabajado para llegar hasta aquí y lo mucho que se merecía este desenlace. Y también en genérico, porque he comprobado que, a veces, la constancia, la dedicación y la pasión, aun luchando contra circunstancias adversas, pueden verse recompensadas. Y esta ha sido una de esas veces. Y ya sólo me queda decir: ¡enhorabuena, Doctor!

5 comentarios:

  1. Enhorabuena Quique!! Tiene que ser una sensación indescriptible! :D Ahora a celebrarlo por todo lo alto!! Chángel, venga! que tú eres el próximo!! Besos! Leticia

    ResponderEliminar
  2. Bravo, si señor, y totalmente de acuerdo: no puedes ser menos, "Anus", jaja.

    ResponderEliminar
  3. ¡Gracias por la crónica de mi Día T, compañero! Ya sé que está muy feo meter presión, pero es lo que me toca. Compartir mis investigaciones con un simple Máster rebaja mi caché, entiéndeme.

    ResponderEliminar
  4. ¡Enhorabuena!
    Entonces, podemos decir que es la mejor tesis doctoral sobre Arqueología Medieval de la bendita UC...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De momento es la mejor... y la peor. Espero que no sea así por mucho tiempo y pronto haya alguna más con la que poder comparar.

      Eliminar