1 sept 2014

El broche de Santa María de Hito, pieza del mes del MUPAC

Nos toca, por fin. Esperábamos este momento con una ilusión casi infantil desde que el 30 de abril recibimos la invitación del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria y la Sección de Arqueología del Colegio de Doctores y Licenciados en Ciencias y Letras de Cantabria para participar en La Pieza del Mes del MUPAC. Bueno, en realidad, mucho antes. Desde que se empezó a fraguar esta iniciativa dábamos por hecho que el broche de Santa María de Hito tenía que ser una de las «piezas del mes» y quién mejor que nosotros para hablar de este objeto. Puede sonar pretencioso, pero está claro que pocos investigadores le han dedicado en la última década y media tanta atención y tanto interés al broche y a su contexto.

Una vista general del yacimiento durante su excavación. Foto: R. Gimeno
Fruto de esta relación de amor-amor han sido un par de artículos publicados en 2007 y 2009, así como un porcentaje significativo de mi tesis doctoral que no tardará en ser defendida. Incluso José Ángel tuvo la oportunidad de excavar en una zona marginal del yacimiento hace unos años y, por el camino, localizar unas estructuras semi-rupestres en las afueras del pueblo. Todo ello ha sido consecuencia de una necesidad casi obsesiva por nuestra parte por comprender y dar a conocer este yacimiento que, por avatares del destino, no ha recibido la atención que merece en la arqueología regional. Y eso que pocos pueden presentar unas «credenciales» como las de Santa María de Hito: la única villa bajo imperial de Cantabria conocida en detalle, la necrópolis tardoantigua y medieval con más sepulturas excavadas de la región, una de las mejores colecciones de cerámica plenomedieval del MUPAC y, por supuesto, el broche. Si se me permite la hipérbole, EL BROCHE. No hay otro broche de cinturón de hueso en ningún museo de España, ni ha aparecido algo semejante en ningún yacimiento en toda la península Ibérica. Es un objeto único, por suerte y, sobre todo, por desgracia. Los colegas arqueólogos entienden, porque muchos lo habrán sufrido, el quebradero de cabeza que supone tener en la mano un hapax, un unicum. Incluso querida esposa, sin ir más lejos, se ha visto tan contagiada por mi constante búsqueda de aves afrontadas y la «caza del pavo» se ha convertido en una actividad obligada en cada una de nuestras excursiones culturales.

El broche de Santa María de Hito en 1978. Foto: R. Gimeno
Muchos pueden pensar que no vamos a contar mucho más que lo que ya hemos esbozado en alguno de nuestros artículos que es, sobre todo, lo que alguien ya hizo notar antes que nosotros: que su atribución cronológica y cultural es incorrecta, que no es un broche ni «mozárabe» ni «del siglo X». Aunque lo afirme la prensa. Pero si sólo fuese eso, nos sobrarían 43 minutos de conferencia y quien nos conoce sabe que somos parcos en palabras pero que, cuando nos arrancamos, nos arrancamos... Tocaremos más temas, desde cómo fue a parar el broche al Museo, hasta qué significado esconde su decoración, e incluso tenemos reservada alguna sorpresa para los asistentes. Si dar muchas más pistas, y como la ocasión lo merece, se podrá ver el broche «como nunca antes se había visto». Así que... el que quiera saber más sobre La Pieza del Mes, está invitado. Nos vemos mañana martes 2 de septiembre a las 20:00 h en el MUPAC (Mercado del Este) de Santander.




2 comentarios:

  1. Enhorabuena por la conferencia de ayer tarde.
    Me pareció más que sugerente la lectura iconográfica del broche en base a una posible representación trinitaria. Os recomiendo lectura de algún artículo al respecto (A. Barbero: Los “síntomas españoles” y la política religiosa de Carlomagno). En este y en otros como R. Abadal se desarrolla la descripción de las prácticas liturgistas y colecciones canónicas visigóticas en las que se hacía una jerarquización dentro del entre trinitario. Entramos pues en discusiones bizantinas. La fórmula, Cristo era Hijo de Dios en cuanto engendrado por el padre, pero era hijo adoptivo (término: adoptata caro que luego resultaría lesivo para Elipando de Toledo) en cuanto había asumido la cerne de la Virgen María.
    Os sugiero, igualmente, el manejo de San Isidoro de Sevilla para explicar la representación de los pavos con las colas sin levantar. “El pavo debe caminar con la cola baja como el docto debe dirigir sus actos con humildad”.
    Ni que decir tiene que las lecturas iconográficas son terrenos resbaladizos y se prestan a otras interpretaciones. Pavos bebiendo o comiendo del Árbol de la vida como síntoma del banquete eucarístico, símbolo de la inmortalidad.
    Bueno, muchas gracias por vuestro trabajo y exposición. Aprovecho Quique para pedirte, por favor, que me tengas informado para cuando salga a la luz la publicación sobre la epigrafía medieval.

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    1. Muchas gracias, Javier. Muy pertinente tu observación de ayer y muy interesantes las referencias (y la cita isidoriana, que me parece que muestra la idea a la que también se refirió Chuchi a cuento de las colas y que yo desconocía) que nos das. Las tendremos muy en cuenta cuando profundicemos en este asunto, porque me da que vamos a tener que retomar el proyecto de artículo sobre el broche de SMH que tenemos aparcado desde 2009 o por ahí

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